El fabricante japonés comenzará a probar sus automóviles Concept-i con un asistente de inteligencia artificial incorporado en 2020.
Los smartphones no son los únicos donde se alojarán los asistentes personales de inteligencia artificial. Amazon Echo, Google Home o el futuro HomePod, de Apple, son muestras de que estos sistemas funcionan en altavoces para el hogar. De hecho, parece que estos altavoces se han ganado más el favor de los consumidores que los propios móviles. Así que, ¿por qué no probar con nuevos soportes para la IA con vocación de mayordomo?
En este escenario, los coches se presentan como una plataforma interesante para los asistentes inteligentes. Queda tiempo hasta que se materialicen los coches autónomos, pues la llegada a los niveles 4 y 5, que prometen la auténtica conducción sin asistencia, se demorará algunos años. Pero los comandos por voz son una de las interfaces más prometedoras entre los conductores del futuro y los vehículos.
Y la comprensión del lenguaje es el esqueleto de los asistentes de IA. Con lo cual, pensar en un asistente personal dentro del coche tiene bastante sentido. Como también lo tiene que sea una compañía especializada en la conducción quien ponga la tecnología para construir el sistema.
Así, Toyota ha creado Yui, su asistente para vehículos. La marca podría haber optado por ceder este terreno a las compañías de software, Google, Amazon o Microsoft. Pero se ha decidido a andar su propio camino y ha combinado la tecnología con su Concept-i, un automóvil futurista.
Concept-i entra dentro de la línea de investigación de Toyota en coches autónomos. El fabricante japonés quiere que sus vehículos no solo se conduzcan solos. También deberán interactuar activamente con los pasajeros. Yui permitirá mantener una conversación con el coche y que este aprenda sobre las preferencias de los usuarios.
El aprendizaje del asistente será en base a deep learning. Y la idea es que esta inteligencia artificial mejora la experiencia de conducción. Aunque más que 'conducción' se podría hablar de 'transporte', pues ningún ser humano tendrá el manejo del volante.
Habrá que esperar para ver cómo engarza Toyota la idea de un asistente personal en un automóvil. Pero lo cierto es que los sistemas del coche servirían para algo más que seguir las líneas de una carretera y prevenir incidentes. Al final se trataría de una plataforma para informar y entretener al usuario durante el tiempo que pase en el vehículo. En realidad es un concepto similar al de los sistemas de infotainment que hoy tienen los coches. La diferencia estriba en una creciente automatización: el vehículo conocerá suficientemente bien al usuario como para complacerle sin recibir comandos.
Imágenes: blue_j, Toyota