La tecnología de coche autónomo de Toyota ya ha rodado por las calles de Tokio.
La ciudad de Tokio es un hervidero de personas, edificios verticales, luces, paredes digitales… y coches. Aunque el tráfico en la capital nipona no es todo lo complicado que se podría esperar de una megalópolis así, los automóviles abundan y también los peatones, los cruces, semáforos y demás obstáculos, que especialmente merecen este calificativo si hablamos de un coche autónomo. Es lo que Toyota ha probado a poner en las calles de esta urbe.
El mayor fabricante de automóviles del mundo se ha lanzado a probar su tecnología de conducción autónoma por las calles de Tokio. La demostración corrió a cargo de un Lexus GS modificado, un prototipo de la marca de alta gama de la compañía equipado con sistemas más avanzados de los que mostró hace un par de años.
En aquella ocasión el coche autónomo de Toyota contaba con un sistema para detectar los carriles y mantener al vehículo en ellos, así como un radar para identificar peatones y otros obstáculos, incluidos el resto de automóviles. El nuevo modelo tiene una característica radicalmente orientada a la venta: solo puede activar el modo automático en las autopistas de Tokio.
El coche autónomo de Toyota avisa al conductor cuando este debe tomar el volante. Para volver a la conducción manual solo hay que agarrar el volante con las manos o pisar el freno. Se trata de una opción a medio camino hacia la conducción totalmente autónoma, pero precisamente por eso es más fácil que la tecnología sea aceptada por los consumidores y, más importante, que tenga menos posibilidades de fallar debido a su mayor sencillez.
Toyota pretende lanzar esta tecnología a partir de 2020, mientras que durante este año comenzará a vender coches con una tecnología de seguridad basada en radiofrecuencia, otro paso hacia los sistemas autónomos.
Cada vez más cerca
Toyota no es el único fabricante que ha marcado en rojo la fecha de 2020 en el calendario. Mercedes también lo ha hecho. La compañía alemana tiene planes para lanzar los primeros vehículos autónomos al comienzo de la siguiente década. Lo mismo ocurre con Nissan, otra firma japonesa, cuyo CEO confirmó este año que su tecnología de conducción autónoma estará montada en coches comerciales en 2020.
Son muchos los fabricantes que están llevando pruebas de largo recorrido para buscar los límites de los coches autónomos, con el fin de corregir los posibles fallos antes de su salida al mercado. El trayecto más llamativo de todos hasta ahora quizá sea el de Delphi. Esta compañía estadounidense que equipó un Audi Q5 con cámaras, sensores láser y un radar para que recorriera 5.400 kilómetros de forma autónoma en un 99% del camino, entre las ciudades de San Francisco y Nueva York.
Imágenes: Toyota