El fabricante de automóviles Toyota está mejorando su eficiencia combinando el uso de robots y trabajadores en sus fábricas.
La robotización de los trabajos – si se puede llamar así – es una tendencia a la alza hoy en día. El uso de sensores cada vez más precisos, junto con el abaratamiento del hardware en general y la facilidad para conectar las máquinas a Internet está acelerando un proceso que no es nuevo. La industria es el mejor exponente de cómo se pueden aprovechar las capacidades de la robótica para desempeñar trabajos que hasta ese momento eran llevados a cabo por personas. Y justo cuando las máquinas están asumiendo cada vez más responsabilidades, Toyota pone en valor el trabajo de los humanos.
Parece irónico que sea un fabricante de coches – de hecho, el mayor fabricante en estos momentos, tras recuperar el liderazgo perdido a causa del terremoto de Japón de 2011 – quien ponga en valor a sus trabajadores frente a sus robots. La industria de la automoción es una de las más robotizadas, con una cadena de montaje plagada de máquinas. Sin embargo, Toyota ha llegado a la conclusión de que resulta más eficiente combinar en su justa medida el trabajo de la inteligencia artificial con el de las personas.
La compañía cree que los trabajadores experimentados aportan una destreza muy enriquecedora al proceso, ha comprobado que la carrera para reducir la presencia humana en las fábricas puede ser contraproducente. En vez de esto, Toyota se propone que las personas trabajen codo con codo con los robots. Por supuesto no pueden competir en velocidad ni son tan baratas como las máquinas, pero sí son capaces de entender cómo funciona todo el proceso de trabajo al completo. Esto les permite ser eficaces en la solución de problemas y buscar formas de aumentar la eficiencia.
Trabajadores para mejorar máquinas inteligentes
Toyota cree que los empleos del futuro serán para personas capaces de trabajar con máquinas cada vez más inteligentes y que además tengan la capacidad de mejorar el rendimiento de las mismas. Para lograr esto un trabajador tiene que tener un profundo conocimiento sobre el funcionamiento de los robots, pero también de los procesos que se llevan a cabo en la fábrica.
Con esta estrategia de combinar los esfuerzos de robots y trabajadores, Toyota lleva tres años sin construir ninguna fábrica nueva. En algunas de sus plantas de Japón ya se ha incrementado el número de personas en las cadenas de montaje para ganar eficiencia. Todo ello en un país que tiene el segundo ratio más alto de robots en la industria a nivel mundial, sólo superado por Corea del Sur.
Imagen: Guanlong D. / Enxebre