En la quinta entrega de Star Wars asistimos a una de las escenas más icónicas del séptimo arte, cuando Darth Vader y su hijo se enfrentan en la Ciudad de las Nubes. Después de que Vader le corte la mano, el jedi puede seguir luchando gracias a una solución que fabrican los androides.
El cine es una buena fuente de inspiración. Que se lo digan, si no, a Enzo Romero, un ingeniero peruano que se ha construido un brazo biónico a raíz de ver el de Luke Skywalker en El imperio contraataca.
Tenía solo siete años cuando vio la película por primera vez. Había nacido sin su mano derecha y al terminar la cinta dijo que quería una prótesis igual.
Ahora tiene 27 años y ha hecho este sueño realidad. Pero no «solo» ha creado la prótesis para él, sino que se ha unido a otros profesionales -ingenieros, psicólogos, diseñadores industriales y fisioterapeutas-, y juntos han formado la iniciativa Dando una mano, que ayuda a que otras personas en situaciones similares también lo tengan.
Prótesis accesibles
El precio de sus productos oscila entre 750 a 900 dólares, una cantidad bastante inferior a la habitual: que pueden llegar a más de 75.000.
Que sea uno de los precios más accesibles del mercado pretende que nadie se quede sin el aparato por razones económicas.
Según los datos que él mismo proporcionó a la Agencia Peruana de Noticias en una entrevista reciente, cerca de 2,4 millones de personas en países en vías de desarrollo tienen este miembro superior amputado, bien sea por accidente o por tipo congénito. Y en ellos, esta cantidad puede significar un impedimento.
Requisitos antes de empezar
Para someterse a la intervención de este brazo biónico impreso en 3D, Dando una mano se entrevista con la persona interesada.
Primero se reúne con un terapeuta ocupacional para valorar el movimiento o no de los dedos. Después, con un psicólogo que evalúa si la persona interesada ha superado la parte de negación y el duelo por la pérdida de la extremidad.
Un brazo biónico impreso en 3D
Los avances en la impresión de órganos humanos en 3D se suceden cada vez con más frecuencia y mejores resultados. Muestra de ello, tenemos los ejemplos de una pierna biónica que subió un edificio de más de 100 pisos o un ojo biónico que transforma la luz en electricidad.
Conocido también es el caso de Tilly Lockey, una niña inglesa de 13 años a la que la productora 20th Century Fox junto con Open Bionics dieron una sorpresa muy bonita, con motivo de la película de Alita, ángel de combate. Le entregaron dos brazos biónicos como los de la heroína de la película.
En Dando la mano, la máquina 3D escanea la sección amputada. A partir de la longitud y diámetro de un dedo, con el ordenador generan el resto de dedos, la palma y el encaje protésico, que como indica Romero, es la parte más importante debido a que ningún tipo de amputación es igual que otro.
Permite realizar tareas cotidianas
Las prótesis permiten a los pacientes realizar actividades que, sin ellas, no podrían. Las que fabrican en Dando una mano han conseguido que sus usuarios puedan recuperar una buena parte de las actividades que hacían antes. Comer, servirse la comida, cepillarse los dientes o cargar hasta con medio kilo de peso son algunas de ellas.
La iniciativa ha trascendido no solo por la accesibilidad y las ventajas, sino también porque fue el propio Mark Hamill, actor de Luke Skywalker, quien compartió en sus redes sociales la noticia. Su personaje había servido de inspiración a un joven que ahora trabaja para mejorar la vida de otros muchos.
I’m in awe of this incredible real-life hero!- Mar🐫(pretend reel-life hero)🇵🇪 Meet Enzo Romero, the engineer who creates low-cost prostheses inspired by Luke Skywalker https://t.co/6YAUiAR5Xm Enzo was born without his right hand & like the young Jedi, was made of a prosthesis. https://t.co/d8rltX0KPC pic.twitter.com/XK14goFEYW
— Mark Hamill (@HamillHimself) December 28, 2019
Imagen de la cabecera: Lucas Film.
