¿Para qué sirve publicar vídeos online?

Te proponemos varios usos o tipos de vídeos que puedes encontrar en Internet y que seguramente te plantees crear por tu cuenta.

Gracias a Internet, cualquiera es productor y difusor de vídeos. Antes, el único canal donde ver vídeos era la televisión. O como mucho, el cine. Hoy, en cambio, basta con mirar tu teléfono y seguramente recibas vídeos en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram, en plataformas como YouTube o Netflix y en apps de mensajería como Mensajes o WhatsApp.

Los vídeos pueden ser divertidos, entretenidos, informativos, enseñarnos algo… Todo en línea con el contenido audiovisual de toda la vida. Pero a partir de ahí, podemos emplear los vídeos de mil maneras para uso personal o profesional, ya quieras potenciar tu imagen, tu marca, tu empresa o producto…

Recopilamos varios usos o tipos de vídeos que puedes usar en tu beneficio gracias a la guía que publicó Vidyard, una plataforma que te ayuda a crear, publicar y difundir vídeos fácilmente.

Explicativos

Aunque plataformas como YouTube o en las redes sociales abundan los vídeos virales con situaciones divertidas, también nos encontramos con vídeos didácticos o explicativos que nos permiten aprender algo nuevo.

Estos vídeos podemos difundirlos en redes sociales, en YouTube o en nuestra propia página web y es recomendable que su duración no supere los 60 o 90 segundos. Se trata de ser directos, ir al grano, enviar uno o dos mensajes claves y responder preguntas que hayan podido tener tus usuarios.

Con un vídeo explicativo responderás las dudas de varios usuarios sin tener que responder uno a uno y así resolverás dudas que se planteen en el futuro gracias a la difusión del vídeo.

How To

Similares a los vídeos anteriores, los vídeos How To, que en español podríamos traducir por “Cómo se hace”, son otra manera de responder dudas de tus usuarios en forma de vídeo didáctico.

Como en el caso anterior, podemos difundirlo en varios canales, desde YouTube y redes sociales a tu propia página web o incluso a través de correo electrónico si un usuario ha solicitado ese vídeo.

Al igual que los vídeos explicativos, se trata de ir al grano, si bien su duración puede estar entre los 2 y los 10 minutos según la complejidad del tema en cuestión. Por lo demás, se trata de explicar un proceso paso a paso, por lo que la voz en off gana importancia, así como una buena ordenación o estructura del guión.

Promocionales

El vídeo promocional es una variante o evolución de la publicidad de toda la vida, pero en vez de estar sujeto a un canal publicitario, podemos difundir vídeos promocionales en redes sociales, YouTube, por correo electrónico o en tu propio sitio web como presentación personal o de tu negocio.

Puedes contratar un espacio online donde difundirlo, pero la ventaja es que puedes difundirlo en redes sociales, YouTube, en boletines que envíes a tus usuarios, en tu sitio web… Por lo demás, conviene que sea breve, entre 30 y 60 segundos, práctico y directo.

Un vídeo promocional puede servir para mejorar tu imagen, dar a conocer un producto o proyecto, una nueva marca o potenciar una ya existente… Las posibilidades son infinitas.

Webinars

Los webinars son cada vez más populares en Internet. La palabra es una mezcla de web y seminario y consiste básicamente en dar una charla online con las ventajas de que puede llegar a todas partes, no requiere estar ahí presencialmente y puede verse en directo o en diferido.

Su duración es superior a la de otros vídeos educativos o didácticos. Podemos encontrar vídeos de 15 minutos o de hasta 1 hora de duración. Su propósito es dar una explicación sobre un tema complejo y puede acompañarse de material complementario como artículos para leer u otros vídeos.

Un webinario puede emplearse para responder una serie de preguntas y respuestas en una única sesión o para ofrecer material de interés o de valor añadido a tu página o canal de YouTube.

Vídeos demostrativos

A camino entre la promoción y el vídeo How To, los vídeos demostrativos muestran en la práctica el funcionamiento de una aplicación, servicio o producto.

De una duración recomendable de entre 2 y 5 minutos, el vídeo demostrativo puede resolver dudas sobre cómo emplear un servicio o app pero también dar a conocer sus características y difundir su idoneidad de manera práctica, sin artificios.

Como todo vídeo didáctico debe ir al grano, ser claro y sencillo y resolver las posibles dudas planteada entorno a lo que mostramos en el vídeo.

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