“Happy Christmas”. Con estas dos sencillas palabras navideñas, el programador británico Neil Papworth envío el primer SMS, tal día como hoy hace veinte años. Con una nueva técnica que denominó Short Messaging Service, uno de sus amigos, Richard Jarvis, recibía esta breve felicitación enviada por primera vez desde un ordenador a un móvil, pero que marcaba un antes y un después en la historia de la mensajería instantánea entre terminales inalámbricas.
Desde ese “Feliz Navidad” del 3 de diciembre de 1992, las operadoras de telefonía centraron sus esfuerzos en adaptar redes y terminales al SMS, que dejó de ser un servicio interno para popularizarse rápidamente como forma de comunicación inmediata entre usuarios de todo el mundo. Tanto es así que se calcula el envío de 8.000 millones de mensajes anuales, según datos de Our Mobile Planet, de Think With Google, incluso ahora que no pasa por su mejor momento con la proliferación de las exitosas aplicaciones de mensajería en smartphones.
De hecho, sigue utilizándose como principal medio para comunicarse en zonas donde el 3G aún afianza sus pasos, como es el caso de algunos países africanos, frente a Europa o Estados Unidos, donde el crecimiento se ha estancado ante el auge de la Internet móvil.
Las apps de TuMe, WhatsApp, Tuenti, Joyn o Line han sustituido en parte el tráfico de datos generador en torno a los mensajes cortos. Sin embargo, parece que, aunque se ralentice el crecimiento, el SMS aún tiene mucho recorrido. Solo en Francia se enviaron 147.200 millones de SMS en 2011, un 42% más que en 2010. En países como Alemania, Suecia o Finlandia también es creciente, aunque menos pronunciada.
En caso de España es realmente una excepción. Ante el aumento de la penetración de los smartphones y las tarifas planas en datos, aquí asistimos a una caída progresiva del consumo de SMS desde 2008, descendiendo en 2011 un 5,5% en comparación con el mantenimiento en el resto de Europa. Según la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), la explicación para esta disminución está en la proliferación en los últimos años de aplicaciones de Internet basadas en el uso de mensajería instantánea, creadas principalmente para terminales móviles.
Además de servicio sustitutivo a la mensajería «tradicional» de SMS y MMS, ¿serán el motivo de su desaparición o se reinventarán para otros usos, por ejemplo, de márketing?
Imágenes | Ttsn.net, Blogcmt.com.
