España es el país con mayores niveles de contaminación lumínica de Europa. ¿Cómo puedes ver las estrellas si resides en Madrid y quieres evitar este problema?
«Va pasando el tiempo bajo el cielo sin estrellas de Madrid». En la canción Esta madrugada, Amaral hablaba de uno de los problemas medioambientales más graves de nuestra época: la contaminación lumínica. No en vano España es el país europeo con mayores niveles de contaminación, destacando los núcleos urbanos de Valencia, Madrid, Barcelona o Sevilla. Por el contrario, Berlín es una de las ciudades con menor contaminación lumínica del continente. Aunque podríamos pensar que este tema afecta únicamente a la observación del cielo, como cantara el grupo zaragozano, lo cierto es que se extiende a otros ámbitos, como nuestra salud o la actividad nocturna de diferentes especies.
La contaminación lumínica es «toda introducción de luz no natural en el medio ambiente nocturno», según Alejandro Sánchez, investigador de la Universidad Complutense de Madrid. Los altos niveles de polución nocturna de nuestro país, que presenta la mayor potencia luminaria de la Unión Europea, son visibles incluso desde la Estación Espacial Internacional. La Península Ibérica brilla más que ninguna otra región del continente a la vista de los astronautas de la ISS, como se puede apreciar en la siguiente imagen:
Diversos estudios plantean que los elevados niveles de contaminación lumínica podrían afectar a la actividad de especies como las arañas, las polillas, los escarabajos o los grillos. También se cree que este problema podría afectar a nuestros patrones de sueño, puesto que los ritmos biológicos del ser humano se regulan mediante la luz. Por este motivo, científicos como Sánchez tratan de involucrar a la sociedad para informar sobre este problema a través de proyectos como Cities at night.
Los últimos resultados de esta iniciativa han permitido elaborar un mapa con la contaminación lumínica de Madrid. Su trabajo tiene como finalidad identificar los principales focos de contaminación lumínica de la ciudad y su evolución, con el objetivo de recuperar algún día las estrellas en la capital. Para ello analizaron las imágenes nocturnas que se obtienen desde satélites y que registran el brillo de cielo nocturno con cámaras y fotómetros de la Universidad Complutense de Madrid. Desde 2010 han obtenido más de 30.000 datos válidos que, una vez analizados, han permitido cubrir el 63% del cielo de la Comunidad de Madrid.
Entre las conclusiones, los investigadores destacan que «para disfrutar de un cielo oscuro que permita ver la Vía Láctea hay que alejarse de la capital casi 85 kilómetros, mientras que se puede disfrutar de este espectáculo a tan sólo 30 km de Berlín». Las diferencias muestran la gravedad de la contaminación lumínica en nuestro país, un problema que lejos de solucionarse, se ha incrementado en un 50% entre el 2000 y el 2012. El mapa elaborado por los científicos de la UCM señala las zonas con los peores niveles de contaminación lumínica en rojo:
Amaral tenía razón. Ver las estrellas desde Madrid es una tarea casi imposible. Para conseguirlo, debemos concienciarnos de este grave problema ambiental e ir reduciendo los niveles de iluminación. El ejemplo de Berlín puede ayudarnos a conocer el camino a seguir. En caso contrario, siempre podremos alejarnos de la capital para contemplar la Vía Láctea, como lamentan los investigadores.
Otra opción es acudir al Planetario de Madrid, que organiza observaciones astronómicas gratuitas para todos los públicos en el Parque Tierno Galván. Si preferimos comprobar cómo veríamos el cielo con estrellas de no existir la contaminación lumínica, también podemos utilizar la plataforma Stellarium. En cualquier caso, los resultados de estos trabajos deberían concienciarnos sobre un problema que afecta no solo a la contemplación del cielo, sino que puede tener un importante impacto en nuestra salud o en la biodiversidad.
Imágenes | Antonio García Rodríguez (Wikimedia), NASA, Universidad Complutense de Madrid