Con su diseño futurista, la Cybertruck se ha granjeado un extenso entusiasmo desde su presentación en sociedad. Como todo lo que proviene de Tesla. Es indiscutible que la marca ha protagonizado el empujón comercial a los coches eléctricos. Sus Model S y Model X, que exhiben una elegancia casi deportiva, se convirtieron en pioneros de un sector que se ha dado en llamar ecolujo. Después llegó su apuesta más popular: el Model 3, destinado a un público mucho más amplio. Con él ensayó por primera vez la producción masiva.
Y la Cybertruck, que también tendrá carácter masivo, es el último exponente de la carrera de Tesla por abarcar un vasto abanico en el mercado de la automoción. Este vehículo eléctrico, de 845 caballos de motor, destaca por su robustez. De hecho, fue uno de los aspectos que resaltó el CEO de Tesla, Elon Musk, durante el lanzamiento. Incluso se permitió bromear con ello: “Si tuvieras una discusión con otro coche, ganarías”, dijo. Una forma de subrayar la durabilidad y la resistencia que disfrutarán los compradores de esta moderna pickup.
Pero esto le puede traer problemas a la hora de comercializar el vehículo en la Unión Europea. Como apuntan algunos expertos, la UE establece que la parte frontal de los coches no sea rígida. Esto quiere decir que se debe arrugar convenientemente para absorber la fuerza del impacto. Para lograrlo, los automóviles cuentan con “zonas de deformación programada”, que se diseñan precisamente para arrugarse en caso de accidente.
Esta cualidad aporta seguridad a los pasajeros, pero también a los peatones, en caso de atropello. El diseño prioriza la seguridad de estos frente a la salvaguarda del vehículo. Este podría quedar totalmente destrozado o irreparable debido a la deformación programada, sin embargo, los daños humanos ocasionados serán menores.
La clave está en el diseño
En la Cybertruck, el rediseño del concepto de pickup es ostensible. El modelo parece salido de una película de ciencia ficción. De hecho, el DeLorean de ‘Regreso al Futuro’ o el coche de Bladerunner habrían servido de inspiraciones para la nueva camioneta. Desde luego, para un vehículo asociado a las zonas rurales, que destaca sobre todo por su utilidad, muy apreciada a la hora de llevar cargas a través de caminos donde se necesita tirar de marcha reductora o de tracción a las cuatro ruedas, es un diseño llamativo.
Las pickups nacieron al calor de la cadena de montaje de Ford, con el primer coche de producción masiva, el modelo T. En 1925, cuando el método de fabricación ya estaba más que probado, Ford decidió crear una variación de su modelo. Montaba el mismo motor y chasis, pero solo tenía dos asientos. Los otros dos sitios de atrás dejaron hueco a la caja de transporte, que quedaba al descubierto. Al contrario que el automóvil, las pickups no han experimentado grandes modificaciones de diseño en 100 años. Y la Cybertruck llega con la voluntad de cambiar esto.
Luce bordes rectilíneos, un sólido exterior de acero inoxidable, morro estrecho y gruesas ruedas, propias de la categoría a la que pertenece. Nada de esto debería entrar en contradicción con la normativa europea, ni siquiera las líneas rectas de la carrocería. Pero la ausencia de zonas de deformación programada sí puede ser un problema para su comercialización. La UE establece que tanto el parachoques como el capó deben estar diseñados para absorber parte de la fuerza del impacto, con el fin de proteger a los peatones.
Las diferentes exigencias entre Europa y Estados Unidos
La pickup de Tesla está fabricada en acero inoxidable de alto grado. Esto quiere decir que tiene una gran calidad, durabilidad y resistencia. Es decir, se necesitaría un golpe severo para mellar su carrocería. Además, es difícil que sufra arañazos.
Los pasajeros pueden estar seguros en caso de accidente. El problema, para la legislación europea, serían las personas que están fuera. En este sentido, las políticas de Movilidad y Transporte de la UE prestan atención a la rigidez de los coches. Este sería un aspecto clave en la regulación, que requiere que los coches nuevos se arruguen de formas concretas. El objetivo es que para los ocupantes del automóvil, la estructura colapse disipando la fuerza del golpe. Mediante este sistema, el vehículo también tiene que amortiguar el impacto que se llevarán los peatones.
En Estados Unidos, en cambio, no existen este tipo de reglas destinadas a la seguridad de las personas que están fuera de los automóviles. Sobre todo, teniendo en cuenta que la Cybertruck entra dentro de la categoría de camionetas ligeras y, por tanto, fuera de la normativa de los vehículos más pesados.
La venta de la Cybertruck en Europa, en el aire
En todo caso, de momento se trata de interpretaciones de la normativa porque la Cybertruck aún no ha recibido una evaluación oficial. Sus posibilidades de venderse en Europa, dependerán de cómo se deforme el vehículo en caso de impacto y de la seguridad que pueda garantizar a los peatones. Sin embargo, hay factores que apuntan a que las características de Cybertruck están más allá de los límites que permite la regulación europea. A la rigidez de la carrocería se unen un peso muy superior al de un vehículo medio y su capacidad de aceleración, de 0 a 100 km/h en 2,7 segundos. Son cualidades que aumentan el riesgo en caso de colisión.
Aunque Tesla defendió la seguridad de la Cybertruck en su presentación. Los paneles de acero inoxidable estirado en frío estarían diseñados para absorber el impacto en caso de accidente. Además, las estructuras delantera y trasera cuentan con formas semi-anilladas destinadas a disipar la fuerza de una colisión.
Con todo, el vicepresidente de Ingeniería de Vehículos de Tesla Lars Moravy habría señalado una incompatibilidad con la norma europea. “Las regulaciones europeas requieren que se redondeen 3,2 milímetros las partes que sobresalen. Desafortunadamente, es imposible redondear 3,2 milímetros en una lámina de 1,4 milímetros de acero inoxidable”, comentó en declaraciones al portal de automoción neerlandés TopGear.
El peso de la Cybertruck, otro obstáculo en la comercialización
Aparte de las medidas de seguridad que establece la UE, hay otro factor que desincentiva la comercialización de la Cybertruck. En la documentación técnica enviada a los reguladores estadounidenses, el peso máximo del vehículo se fija entre las 4 y las 4,5 toneladas. Pero la licencia tipo B, la habitual entre los conductores, estipula que no se pueden conducir vehículos de más de 3,5 toneladas.
Para poder hacerlo, un conductor tendría que tener el permiso C1, destinado a conducir camiones. Sin embargo, una reciente normativa ha abierto una excepción. Cuando alguien tiene más de dos años de antigüedad con su permiso B puede llevar vehículos de hasta 4,2 toneladas, si tienen un motor alternativo. Y en este caso, algunos modelos de la Cybertruck sí entrarían en esta categoría.