Antártida

Descubren vida microbiótica en un lago bajo el hielo de la Antártida

Un equipo de científicos ha analizado las aguas y los sedimentos del lago Mercer. Un espacio natural que se encuentra a más de 1.000 metros bajo el nivel del hielo.

La Antártida es el continente terrestre más inexplorado. De hecho, ciertas partes de la Luna o Marte se consideran más estudiadas que la zona helada que ocupa el polo sur de nuestro planeta.

Es en este sentido, en el que tenemos que poner el énfasis necesario al hablar sobre nuevos hallazgos descubiertos entre su superficie y la capa de hielo que nos separa de ella.

Por lo tanto, debemos celebrar toda investigación que se realice en un territorio tan hostil para el medio científico.

El lago Mercer

Este lago está dispuesto sobre una superficie superior a la de la ciudad de Barcelona y tiene una profundidad aproximada de 15 metros.

La historia del lago Mercer comenzó hace una década cuando fue descubierto. Cercano al interior del continente antártico, es uno de los pocos lugares puros en cuanto a contaminación ambiental de otros sitios cercanos o del propio hombre.

Antártida
Postal de la Antártida

Llevaba mucho tiempo en la mira de científicos e investigadores justo por los motivos antes citados. Era, en consecuencia, un espacio que promovía las ganas y la ilusión de todos aquellos estudiosos del continente helado.

El descubrimiento de microbios acuáticos en el lago

El pasado 27 de diciembre la expedición llegó hasta la superficie del lago helado. Después de cavar un túnel de más de 1000 metros con el fin de llegar al lago bajo el hielo, se ha podido acceder al territorio submarino antártico.

El lago Mercer, en su interior, posee un agua muy densa. Los investigadores cuentan que utilizaron un robot submarino creado expresamente para la ocasión y no podían ver más allá de veinticinco centímetros de la lente.

Como resultado de la investigación han podido extraer más de 60 litros de agua del lago y cinco columnas de sedimento del fondo.

Por ahora, dicho material se ha enviado a EE.UU. con el objetivo de estudiar a fondo las muestras. Lo que se conoce por el momento es que el agua del lago es rica en seres microbióticos, hecho interesante científicamente, sobre todo si tenemos en cuenta que la luz solar no puede penetrar hasta sus aguas.

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