La compañía sueca quiere ser la primera en incorporar tecnología capacitada para priorizar la seguridad dentro del vehículo.
Los accidentes en carretera se han convertido en una de las mayores preocupaciones para las autoridades. A pesar de que en los últimos años se han implementado duras medidas para evitar el número elevado de muertes en carretera, los datos demuestran que se ha producido un incremento en la cantidad de accidentes por motivos de consumo de alcohol.
Una iniciativa presentada al Parlamento Europeo de más de 100.000 firmas reclama la instauración de nuevos sistemas de seguridad de serie en los vehículos para impedir que estos puedan ser conducidos bajo los efectos del alcohol. Se espera que en tres años Europa ponga en marcha la obligatoriedad de instalar sistemas que detecten la incapacidad al volante.
De forma paralela al desarrollo de estos acontecimientos, como parte de su estrategia de seguridad Vision 2020, Volvo ya trabaja en la instalación de cámaras en todos sus coches, que serán capaces de detectar el estado del conductor para evitar que pueda conducir en el caso de que no sea el adecuado. A través de algunos signos físicos, como el parpadeo o la dirección de la mirada, este novedoso sistema detectará si el conductor sufre un estado de embriaguez que pueda poner en peligro su vida o la de los demás.
“Ya existen posibilidades técnicas para que el coche intervenga cuando un conductor se comporta mal. Por eso, vamos a plantear que el coche actúe cuando quien conduce no se comporta de manera responsable”, afirma Hakan Samuelsson, CEO de la compañía sueca, en la web autopista.es.
Este sistema no solo detectará el consumo de alcohol, sino que también tendrá capacidad para discernir si el conductor ha consumido otras sustancias prohibidas que puedan dificultar la conducción en carretera. El sistema detecta patrones de comportamiento y sabrá cuándo el conductor desvía demasiado tiempo la mirada de la carretera, conduce sin las manos en el volante, o consulta su teléfono móvil.
En estos casos, un representante del centro de asistencia de Volvo se pondrá en contacto con el conductor para verificar que, efectivamente, se encuentra en buen estado. En caso de que no obtenga respuesta, el vehículo realizará una desaceleración paulatina y se detendrá en condiciones seguras de forma automática.
Volvo se ha convertido en uno de los fabricantes de automóviles con mayor grado de compromiso con la seguridad de las personas, y acaba de anunciar también la limitación de la velocidad de todos sus vehículos a 180 km/h en 2020.
Otros sistemas
Volvo no es ninguna excepción en el sector automovilístico. El diario El País se hace eco de otras marcas que también están apostando por la tecnología para garantizar la concentración al volante.
General Motors ha creado el sistema Super Cruise, basado en la utilización de cámaras infrarrojas que monitorizan la cabeza de los conductores. Subaru también está utilizando el reconocimiento facial para detectar síntomas poco recomendables para conducir, como el enfado o la ira. Asimismo, BMW está probando un sistema de pupilometría que mide el nivel de atención en la conducción a través de los ojos.
Todo lo que vaya destinado a aumentar la seguridad vial es una gran noticia.
Afortunadamente, el desarrollo tecnológico nos encamina hacia un entorno cada vez más seguro.