El dispositivo vrAse permite encajar el smartphone de tal manera que éste se vea como una pantalla gigante en 3D.
El proyecto de realidad virtual vrAse ha conseguido en pocos días un abultado respaldo por parte de los usuarios de Kickstarter. Se trata de un dispositivo que permite convertir la pantalla de un smartphone en un gran panel que se ve en tres dimensiones, además de ofrecer funcionalidades de realidad aumentada. La innovación en este objeto está menos relacionada con el campo de la electrónica y más con la tecnología empleada en las lentes. Con la forma de unos prismáticos aparatosos, el mecanismo permite sumergirse literalmente en las imágenes.
El dispositivo recuerda a Oculus Rift, el simulador creado por la compañía Oculus VR que despliega las imágenes recibidas desde un ordenador, favoreciendo la inmersión en un mundo virtual que aparece en cualquier lugar, mire donde mire el usuario. La principal diferencia con vrAse es que en este último tiene mayor relevancia el juego de lentes, no el procesamiento de una señal externa.
El smartphone se encaja en modo panorámico en el visor, de manera que su pantalla queda frente al usuario. En medio se encuentran los cristales y el mecanismo de vrAse, que hace que un panel de unas pocas pulgadas parezca una pared de 200 pulgadas, según se muestra en un gráfico en Kickstarter. El dispositivo también convierte a 3D la imagen del terminal móvil (por el momento existe compatibilidad con el iPhone 5, el HTC One, Xperia Z, los Galaxy S3, S4 y el Note 2).
Inmersión en el entretenimiento
Para obtener las tres dimensiones, el sistema de vrAse proyecta directamente cada imagen al ojo correspondiente, en lugar de procesarlas y emitirlas invertidas. Sus creadores afirman que este método mejora la calidad y evita que la vista se canse en exceso, un punto importante al tratarse de la simulación de una pantalla tan grande.
Ver películas es uno de los usos para los que parece más adecuado el dispositivo, ya que el tamaño de la pantalla creada y el 3D están destinados a ofrecer una experiencia que recree la de ir a un cine. Aunque una de las opciones que se presentan como más suculentas es el despliegue de juegos. La inmersión con este tipo de contenido es si cabe más profunda. No en vano, el rival Oculus Rift está preparado especialmente para el sector gamer.
vrAse: menos de 100 euros
Al contrario que Oculus Rift, que en su versión para desarrolladores cuesta alrededor de 300 dólares, vrAse tiene un precio más moderado. La campaña en Kickstarter lo ha ofrecido desde los 60 euros hasta algo menos de 100 euros.
La financiación en Kickstarter acaba de comenzar y ya va camino de completar la tercera parte de los fondos, cuando aún falta casi todo el periodo por transcurrir. Ya existen prototipos fabricados, aunque siguen quedando asperezas por limar. En todo caso, el equipo detrás de vrAse tiene previsto alcanzar un nivel de producción de 10.000 unidades a la semana si es necesario.
