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¿Qué papel juegan las telecos en la próxima Web3?

Puede que hayas oído hablar de la Web3. Poco a poco se va hablando de ella como algo que lo va a cambiar todo, como ocurrió con el 5G, el Big Data, la inteligencia artificial, el metaverso o el blockchain. Curiosamente, la Web3 tiene un poco de todo esto. Y como todo lo que tiene que ver con Internet, ¿qué importancia tienen las telecos en la llega de la Web3?

Las telecos o empresas de telecomunicaciones son las que hacen posible lo que conocemos como Internet. Tanto la parte física como la virtual. Puede que estemos más familiarizados con Google, Microsoft, Apple o Meta (antes Facebook), ya que consumimos sus servicios y productos a diario. Pero las telecos también juegan sus cartas más allá de su papel como facilitadores o proveedores de fibra óptica, WiFi o 5G.

La Web3 promete cambios, a mejor, en nuestra manera de relacionarnos con una parte importante de lo que es Internet. Aplicando la tecnología blockchain a la Web en sí misma, más allá de sus aplicaciones actuales, en especial las criptomonedas como Bitcoin o Ethereum. Precisamente, la Web3 surge como una evolución ligada al protocolo de blockchain Ethereum, uno de los más populares.

Las telecos son claves para la Web3
Fuente: Brand Factory Telefónica

Nuevos servicios en una nueva Web

Aunque todavía está por ver cómo será realmente la Web3, es decir, que compramos sobre plano, las promesas que hacen sus promotores gustarán a prácticamente todo el mundo. Por un lado, a quienes echan en falta una Internet más democrática, abierta y participativa. Y por otro lado, a quienes buscan en Internet un espacio infinito donde comerciar e intercambiar productos, servicios y beneficios.

Para contentar a ambas partes, la Web3 promete volver a los orígenes de lo que debía ser Internet. Y que en parte ya es. Una red de redes descentralizada. Sin embargo, la Web3 busca ir más allá de la infraestructura física actual. Infraestructura de la que se encargan los proveedores de Internet y telecos en general, tanto a nivel mundial como regional.

Por otro lado, para acceder a esta Web3 deberemos disponer de una cartera digital. Algo controvertido desde el punto de vista de quienes apuestan por una Internet abierta y desinteresada, más allá de la Internet comercial con la que convivimos actualmente. Sin embargo, este concepto de wallet promete dar privacidad y seguridad a los internautas, ya que en vez de ser un nombre o un perfil con datos personales, simplemente serás un código alfanumérico cuya información personal está cifrada.

Y en la práctica, particulares, empresas y organismos públicos podremos disfrutar de servicios como el metaverso, la inteligencia artificial, las criptomonedas y otros criptoproductos como los NFTs, el intercambio de información sin intermediarios, la realidad virtual y un largo etcétera. Eso sin dejar atrás los servicios y productos que ya disfrutamos en la Web 2.0 con la que tratamos a diario y en cada vez más ámbitos de nuestras vidas.

La Web3 correrá en la misma red de la Internet actual
Fuente: Brand Factory Telefónica

Las telecos y los cimientos de la nueva Web

Queda aclarado que la Web3 funcionará en la misma infraestructura física que la Internet actual. Servidores, cableado, proveedores de Internet… Un ecosistema de alcance mundial que lleva operando varias décadas y que en la actualidad permite dotar de servicios a toda clase de dispositivos mediante conexiones cableadas o inalámbricas.

Los cambios vendrán más por la parte virtual. Los protocolos actuales convivirán con nuevos protocolos que facilitarán las interacciones entre usuarios de la Web3. Básicamente, a través de blockchain. Conexiones cifradas y descentralizadas para las que es necesaria una infraestructura virtual que ya se está creando.

Proveedores como Telefónica, ya cuentan con servicios blockchain de cara a estar presentes en la Web3. Su división Telefónica Tech, por ejemplo, hace tiempo que cuenta con una plataforma propia de blockchain llamada TrustOS. Sus servicios tienen que ver con la trazabilidad, tokenización y certificación enfocada a empresas. Concretamente, facilitan “soluciones basadas en tecnologías híbridas para aprovechar tanto las ventajas de las redes privadas (escalabilidad, rendimiento, privacidad, soporte, etc.) como de las públicas (transparencia, facilidad para crear mercados abiertos, interoperabilidad, etc.)”.

En el mes de marzo, Telefónica Tech anunció su asociación con Polygon, “uno de los ecosistemas públicos de blockchain más relevantes, para utilizar su red y herramientas para desarrollar soluciones Web3”, como indica su nota de prensa. Eso en la práctica, significa que “al aprovechar las soluciones de escalado de Polygon, los clientes de Telefónica Tech podrán facilitar mayores volúmenes de transacciones con costes y tiempos de liquidación predecibles”.

En definitiva, la Web3 pretende dar más poder de decisión al usuario mediante unas tecnologías que, por el momento, nos parecen harto complicadas. Sin embargo, para poder usarlas, contaremos con un nuevo ecosistema de servicios, empresas y marcas. Un ecosistema basado en el cifrado de todo lo que hacemos en la Web. Un ecosistema en el que, naturalmente, encontraremos a los gigantes de Internet actuales, a nuevos actores, y a las telecos o empresas de telecomunicaciones que nos brindan acceso a Internet desde hace años.

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