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Z1, la historia de la primera electrocomputadora programable

El Alemania, antes de la Segunda Guerra Mundial, se construyó la que está considerada como la primera electrocomputadora mecánica programabla, la Z1.

En la historia antigua de la computación hay algunos que hitos están grabados con letras doradas. Es imposible hablar de los primeros tiempos sin citar al Harvard Mark I, el primer ordenador electromecánico construido por IBM. Un leviatán de 5 toneladas de peso, que se envió a la Universidad de Harvard para su uso en 1944.

Al ahondar un poco más en esta historia primitiva de la computación, nos encontramos con otra marca destacada. Se trata del Colossus Mark I, que nació durante la Segunda Guerra Mundial en Bletchely Park, el oasis británico repleto de mentes brillantes que trabajaban para descifrar la criptografía alemana.

Pero no todas las máquinas que se construyeron en aquellos años han tenido la misma fama. La Z1 fue la primera electrocomputadora mecánica programable, nacida en el año 1938 en Alemania. Es cierto que su repercusión no fue ni mucho menos la de las otras máquinas, de hecho, apenas tuvo uso. Incluso su creador, Konrad Zuse, admitió que este modelo nunca llegó a funcionar del todo bien. Pero la Z1 ostenta el título de haber sido el primer ordenador primitivo que podía controlarse mediante distintos programas.

Konrad Zuse había nacido en Berlín hacía 26 años cuando dejó su trabajo en la industria aeronáutica para empezar a trabajar en la Z1. Tenía el apartamento de sus padres para llevar a cabo su proyecto y tardó dos años en hacaerlo. El resultado fue una flamante máquina, de gran complejidad para la época. Pesaba una tonelada y estaba compuesta de unas 20.000 piezas.

Una computadora pionera

La Z1 tenía la particularidad de ser una computadora a camino entre los aparatos eléctricos y la mecánica. Era la primera que se podía programar, y lo hacía en base al sistema binario. En realidad se podría resumir en una calculadora automática que permitía operaciones de 22 bits en coma flotante. Su velocidad de procesamiento era de 1 Hz, una frecuencia proporcionada por un motor eléctrico.

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La programación de la máquina era posible gracias a cintas perforadas, donde se alojaban instrucciones correspondientes. La computadora contaba con un juego de 6 instrucciones. Estas permitían a su operador hacer sumas, restas e incluso multiplicaciones y divisiones. Las otras dos instrucciones restantes consistían en leer la memoria y en guardar en la memoria.

Zuse no tuvo suerte con su computadora. Pese a que la primera versión contenía algunos fallos, construyó una Z2 y una Z3. Pero los tiempos de guerra no eran propicios para su invento. Finalmente, en un bombardeo a Berlín en 1945, todas sus computadoras fueron destruidas. Los planos originales de la Z1, también.

Solo muchos años más tarde, en 1986, Zuse y la Universidad Libre de Berlín se embarcaron en la aventura de reconstruir una réplica de la Z1. El proyecto se terminó en 1989, y desde entonces la máquina se pude ver en el Museo Alemán de Tecnología de Berlín.

Imágenes: camera_obscura [busy] , Wikipedia

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