Escuchando el sonido de las primeras estrellas del universo

Un equipo internacional de científicos detectó recientemente señales de una de las primeras estrellas del universo. Este descubrimiento ha supuesto la observación de hidrógeno más antigua jamás documentada y resulta una prueba única del cosmos en aquella etapa primitiva. Los investigadores forman parte de un proyecto financiado por la Fundación Nacional Científica estadounidense.

Las contemplación de las estrellas lleva cientos de años siendo motivo de inspiración para científicos, astrónomos y poetas. Noches enteras anhelando sumergirse en las luces de la noche para comprender su naturaleza única. Así como la creatividad de los grandes escritores nos ha permitido bailar con los astros en el plano onírico, la ciencia continúa investigando para descubrirnos la cara más exacta de las estrellas.

Recientemente, un equipo internacional de científicos detectó señales de una de las primeras estrellas del universo. Este descubrimiento ha supuesto la observación de hidrógeno más antigua jamás documentada, y resulta una prueba única del cosmos en aquella etapa primitiva. Los investigadores forman parte de un proyecto financiado por la Fundación Nacional Científica estadounidense y los resultados se publicaron en dos artículos de la edición de marzo de la revista Nature.

«Los telescopios no pueden ver lo suficientemente lejos como para capturar directamente imágenes de estrellas tan antiguas, pero las podemos observar gracias a ondas de radio que llegan del espacio», explica Judd Bowman, investigador principal del proyecto. «Encontrar esta señal minúscula nos ha abierto una ventana al universo primitivo».

En este sentido, los científicos utilizan la radioastronomía para encontrar las huellas de los primeros astros. De acuerdo con los modelos sobre el comienzo del universo que manejan los expertos, este tipo de estrellas habrían sido de gran tamaño y poca longevidad. Asimismo, emitían una radiación ultravioleta que comenzó a interactuar con el hidrógeno en estado gaseoso presente en el universo. En consecuencia, átomos de hidrógeno comenzaron a absorber la radiación de fondo, lo que los científicos de la actualidad pueden detectar gracias a las ondas de radio.

«Lo que vemos que ocurre en este periodo es que parte de la radiación de las primeras estrellas permite que el hidrógeno sea visible en determinadas frecuencias de radio», indica Alan Rogers, miembro del equipo de investigación. «Supone la primera señal real de estrellas que comenzaron a formarse entonces y que afectaron al medio que las rodeaba».

El hidrógeno primigenio es más frío de lo que se creía

La antena utilizada en el proyecto se ubicó en el desierto australiano, una región en la que no existen casi señales de radio humanas que puedan interferir con las ondas del espacio. Además, esta herramienta fue diseñada exclusivamente para detectar ondas de radio emitidas durante esa etapa astronómica, en concreto, la época de reionización. La ciencia supone que durante este periodo aparecieron en el universo las primeras fuentes de luz, que provocaron que el espacio se ionizara. En el artículo, analizando la amplitud de esta onda de radio, los científicos han deducido que el hidrógeno primigenio era más frío de lo que se había supuesto, lo que da origen a nuevas incógnitas.

De esta forma, atendemos a un nuevo descubrimiento acerca de las estrellas y su composición original. Se trata de un paso más en la investigación astronómica, que sin duda servirá de inspiración a muchos.

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