Bots y redes sociales

Hace unos días saltó la polémica en Twitter cuando muchos perfiles avisaban de que habían perdido miles de seguidores que, en realidad, eran bots. Solo unas semanas antes la compañía se lanzó a controlar estas cuentas “bots”, que no tienen otro cometido que dar un mayor eco a un movimiento o a una persona en concreto. En definitiva, hacer un mayor ruido, aunque artificial.

Hace también unas semanas, y a través de varios medios de comunicación, hemos conocido que casi la mitad de los seguidores de Donald Trump en Twitter eran falsos. No solo el presidente Trump tiene una horda de bots entre sus seguidores. Según un estudio publicado el año pasado por las universidades de Indiana y Southern California, se ha revelado que más del 15% de las cuentas en Twitter (unos 48 millones) eran simplemente bots.

Pero ¿qué tiene Twitter que decir a este respecto? Desde la red social estas cifras son exageradas, exponiendo por su parte que calculan que menos del 5% de sus usuarios activos de forma mensual son cuentas falsas.

El uso y la presencia de bots en redes sociales tiene su origen casi desde el nacimiento de estas plataformas, que han crecido paralelamente a unos bots que han llegado a colapsar por algunos momentos Twitter, no tanto así Facebook o Instagram, donde, aunque también existen infinidad de casos, estos no llegan a hacer el ruido del caso Twitter.

Noticias falsas, rumores y malas artes

Si hay un campo en el que este entramado de noticias falsas, rumores y malas artes ha tenido una presencia más relevante y vergonzosa ha sido en el de la política. Como punto álgido de este nubarrón en Twitter, podemos destacar las elecciones americanas de 2016, en las que Trump se alzó como mandamás de la Casa Blanca. Por ese entonces, se registraron hasta 200.000 tweets procedentes de cuentas de Twitter rusas, y que más tarde fueron eliminadas por la red del pajarito.

Ese hecho parece que supuso un antes y un después en la actividad de la compañía dirigida por Jack Dorsey, que comenzó a luchar de un modo más firme contra los bots con la finalidad de ofrecer a sus usuarios acceso a una información más veraz.

En los últimos tiempos también hemos podido comprobar cómo Twitter ha ejecutado su plan “antibots” en activistas de la conocida como alt-right norteamericana, un movimiento de corte ultranacionalista al que se le considera con cierta responsabilidad en el meteórico ascenso político de Donald Trump. En apenas unas horas, varios representantes clave de este movimiento perdieron miles de seguidores de forma sorprendente para todos, no así para Twitter.

Bajo este panorama, Twitter ha tomado la determinación de imponer algunas restrictivas medidas de uso. Así, la red social va a prohibir publicar contenido duplicado o con contenido similar desde varias cuentas. Quedarán también fuera de la red social las acciones dirigidas a publicar de forma coordinada información con el uso de un hashtag concreto.

Del mismo modo, no se podrá automatizar el contenido de los tweets para publicar posts idénticos o parecidos desde múltiples cuentas, ni programar acciones como dar “me gusta”, retuits o comenzar a seguir de forma masiva desde varias cuentas. Será, a buen seguro, un antes y un después en el día a día de la red social.

¿Y Facebook?

Como hemos comentado, el problema en Facebook no es tan sonrojante, aunque también ha vivido episodios amargos para un Zuckerberg que se refirió a este tema desde su propia red social para calmar a los usuarios avisando de que la compañía había duplicado el número de profesionales dedicados de forma exclusiva a revisar contenido falso, posibles suplantaciones de identidad y uso abusivo de la plataforma.

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