Salvator Mundi, Da Vinci

La tecnología resuelve el misterio de uno de los cuadros de Da Vinci

Muchos fanáticos del arte consideran que las obras de Leonardo Da Vinci esconden algo más que lo que se refleja en el lienzo. Algunos de sus cuadros guardan misterios que llevaban siglos sin resolver... hasta que llegó la tecnología.

La tecnología está cobrando un mayor protagonismo en muchos ámbitos que eran inimaginables hace años. Por ejemplo, ya existen obras de arte creadas por robots y consiguen estar a la altura de los grandes pintores. Lo que muy pocos saben es que, gracias a la tecnología, se ha resuelto el misterio del cuadro Salvator Mundi, de Leonardo Da Vinci.

Misterio resuelto gracias a un software

A primera vista, la obra puede parecer sencilla, pero el misterio de Salvator Mundi se encuentra en la mano izquierda del modelo, que sostiene un orbe de cristal.

Según los expertos, la esfera que sujeta actúa como una lente convexa, y siguiendo los principios de óptica geométrica, lo que se vería detrás del orbe sería una imagen de la túnica más ampliada e invertida. Pero, en esta ocasión, no sucede esto.

¿Cómo pudo pasar por alto ese error a un genio como era Leonardo Da Vinci? Ahí es cuando entra en escena el equipo de investigadores de la Universidad de California (EE.UU.).

Emplearon un software de modelado y animación 3D para reproducir el cuadro en tres dimensiones, y estudiar así cómo sería la luz refractada. Estimaron que el orbe tenía un diámetro de 7 centímetros, y que estaba a una distancia de 25 centímetros del cuerpo.

Con la recreación, y comparando los resultados, llegaron a la conclusión de que la esfera de cristal estaba hueca, y por ese motivo no se distorsiona lo que hay detrás.

Salvator Mundi, Da Vinci

Una obra llena de misterios

Salvator Mundi es un cuadro que esconde una historia de película. Para empezar, esta obra fue atribuida a Da Vinci en 2017, y fue tasada en más de 400 millones de dólares, la cifra más alta que se ha alcanzado en la historia del arte.

Esta obra fue comprada por un colaborador del príncipe saudí Mohammed bin Salman y, posteriormente, fue donada al Louvre de Abu Dhabi.

El museo de los Emiratos Árabes Unidos se mostró ilusionado por tener en sus galerías una obra tan exclusiva, pero su presentación se ha ido atrasando de forma constante.

Hoy en día, el cuadro no ha sido presentado y existe la sospecha de que ha desaparecido, desconociéndose su paradero, a pesar de que existan copias.

IMAGEN DE CABECERA: Gonzalo Chavarri.

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