La compañía de Elon Musk ha trabajado con los especialistas locales para baterías y propiciar que la isla de Samoa solo emplee energía renovable al 100%.
No es la primera isla a la que Tesla ayuda para que pueda tener una producción energética autosuficiente y renovable. La cercana isla de Ta'u , que pertenece a Estados Unidos como territorio no incorporado, pero se encuentra en la zona de Samoa, sirvió como primera prueba. Allí montaron Tesla y SolarCity –por entonces la fusión no estaba culminada– un sistema con más de 5.000 paneles solares. A esta capacidad, que proporcionaba una potencia de 1,4 MW, se sumaban 60 baterías, capaces de almacenar hasta 6 MWh.
El resultado para Ta'u fue un ahorro de 414.500 litros de diésel al año , el combustible que utilizaba la isla para funcionar. En este caso se trata de un proyecto a mucha mayor escala. Samoa no es un país muy poblado, pero tiene cerca de 200.000 habitantes (en Ta'u viven 600 personas).
El papel de Tesla en la isla de Samoa será de mayor escala. El país se ha propuesto funcionar con energía renovable al 100%. Por ahora también depende de la importación de diésel en su gran mayoría, como muchas islas de la Polinesia. Pero el alto coste de este combustible y su acción contaminante han movido a las autoridades a dar el salto a las renovables.
En estos momentos Samoa tiene cinco plantas solares, un parque eólico y algunas centrales hidroeléctricas. Poco a poco ha ido construyendo sus instalaciones. Unos años atrás, como ocurrió en 2012, el país importaba 95 millones de litros de diésel. Ahora esta cantidad ha descendido y se prevé que lo haga aún más.
Y es que el cambio climático es una gran preocupación para la isla de Samoa, que podría ver parte de su costa inundada debido a algunos de sus efectos más extremos.
El papel de Tesla
Ante esta ambición Tesla ha trabajado con los especialistas energéticos locales a varios niveles. El primero de ellos es la incorporación de baterías. Es algo en lo que la compañía tiene sobrada experiencia, incluso a gran escala, como ha sucedido en Australia, con la construcción de la batería más grande del planeta o con la implantación de estos sistemas en 50.000 hogares.
Por el momento se han instalado dos sistemas Powerpack, con el fin de servir de respaldo ante las variaciones en la generación de renovables. Cuando la isla de Samoa se encuentre en un pico de producción eléctrica podrá llenar las baterías. Y cuando la situación sea la inversa podrá tirar de la energía almacenada.
Esto Tesla lo complementa con un software que controla el funcionamiento de las baterías y lo une al de las plantas eléctricas. Así, la informática puede predecir cuándo se necesitará acudir al sistema de almacenamiento , para evitar poner en marcha un generador diésel. El software llega a tener en cuenta aspectos como la meteorología. Si se acerca una nube a una planta solar se estima en cuánto descenderá la generación y, si es necesario, se preparan las baterías para entrar en acción.
Imágenes: Tesla