Un equipo de investigadores acaba de descubrir unos microorganismos que toman su energía de los gases atmosféricos. Esto abre una nueva esperanza de encontrar vida extraterrestre.
La Antártida es uno de los lugares más inhóspitos del Planeta, pero también uno de los más desconocidos.
Los científicos han fijado su punto de mira en esta enorme masa de hielo. Este mismo año, la Universidad de Washington enviará una flota de siete drones para investigar la temperatura, la presión, el movimiento y la composición química del suelo antártico.
También, la vida se abre paso entre sus bajas temperaturas y sus áridos y congelados paisajes. Pero, ¿cómo sobreviven? En la Antártida hay poca agua, los suelos cuentan con poco carbono orgánico y durante el invierno es complicado realizar la fotosíntesis.
Ahora, un equipo de investigadores ha descubierto microbios que pueden vivir alimentándose del propio aire. Estos microorganismos son capaces de captar gases atmosféricos como el monóxido y dióxido de carbono y utilizarlos como fuente de energía. Esta investigación acaba de publicarse en la revista Nature y ha sido realizada por científicos de la Universidad de Monash, la División Antártica de Australia, el GNS Science de Nueva Zelanda y el Centro Australiano de Ecogenómica.
Para elaborar el estudio se cogieron muestras de dos lugares costeros donde el suelo estaba sin hielo. Así, se analizó el ADN de ambos sitios descifrando el genoma de 23 microbios que viven allí. De esta forma, se descubrió que algunas de estas especies contaban con genes que les otorgaban un gusto especial por el hidrógeno y el monóxido de carbono. Es por ello por lo que estos microbios eran capaces de sobrevivir sin la necesidad de luz solar y sosteniendo sus propias necesidades energéticas.
Los microbios siguen su proceso de selección natural
Mientras que la mayoría de ecosistemas están impulsados por energía solar y geológica, estos lo hacen por gases atmosféricos. Parece que solo las especies que mejor se adaptan son las que sobreviven en un territorio y ecosistema, como así teorizó Charles Darwin en su selección natural.
“Esta nueva comprensión sobre cómo la vida todavía puede existir en ambientes físicamente extremos y carentes de nutrientes como la Antártida, abre la posibilidad de que los gases atmosféricos sustenten vida en otros planetas”, explica Belinda Ferrari, coautora del estudio, en la publicación de Nature.
¿Existirán microbios similares en los nuevos exoplanetas? Esta investigación abre una nueva esperanza en la búsqueda de vida extraterrestre. Aunque también abre una puerta a nuevas especies en otros lugares inhóspitos del planeta como el desierto de Atacama.