Una nueva perspectiva de la ciudad será posible gracias a LIDAR para prevenir posibles problemas urbanísticos y ciudadanos.
Visualizar el aspecto de una ciudad, con la afluencia de personas o la presencia de coches y camiones en determinadas zonas podría ser algo normal en unos años gracias a LIDAR. Con Light Detection And Ranging, la superficie de la tierra puede ser teledetectada. De hecho, el uso de este sistema de medición y detección de objetos mediante láser en topografía ya es una alternativa rentable que se ha estado utilizando en los últimos años. Ahora, la mejora de su resolución permitirá utilizar esta tecnología para «vigilar» desde el aire una ciudad.
Para recoger información, LIDAR tan solo necesita un vehículo, un GPS y un Sistema de Navegación por Inercia (INS). Aunque el vehículo pueda ser un coche o, incluso, un trípode, para conseguir los datos necesarios para construir una «ciudad inteligente» se prevé el uso de helicópteros de uso regular en las ciudades como el de los paramédicos o el de la Policía.
Desde el cielo se envían rayos láser intermitentes que reflejan todo lo que tocan a los receptores. El tiempo que tarda la luz en regresar permite obtener la altimetría del terreno, cuanto mayor es la distancia, mayor es el tiempo de recepción de la información. Los puntos tridimensionales que se obtienen generan medidas de la orografía real del terreno y de lo que haya sobre él, lo que da lugar a un mapa en 3D de la ciudad. A diferencia de otros mapas tridimensionales, como el que ofrece Google Earth, el espacio reproducido por la responsable de que el coche autónomo pueda circular regularmente tiene una resolución de 280 puntos por yarda al cuadrado, treinta veces más profundo y fidedigno. Al fin y al cabo, LIDAR es una maqueta en alta resolución de una ciudad cambiante.
Radiografía de una ciudad
Un proyecto de la NYU ha dado a conocer la primera maqueta virtual realizada a partir de los datos de LIDAR. La ciudad escogida fue la de Dublín. Una vez visto el resultado, en el que se distinguen farolas, portales, tuberías o cables, diferentes profesionales de la arquitectura urbanística ya han defendido la vocación de servicio público que tiene este sistema.
Ayudar en la descongestión de la ciudad, prevenir posibles concentraciones de gases contaminantes o decidir dónde es necesario aumentar la zona verde de un vecindario son algunas de las ideas que se tienen en mente para aprovechar este sistema.
Evaluar las fachadas de los edificios antiguos o la situación de propiedades durante la excavación de carreteras puede, por ejemplo, ayudar a la integración de túneles o servicios subterráneos que beneficien a los ciudadanos. La planificación urbanística también se puede ver beneficiada por esta herramienta a la hora de preveer los posibles accidentes que pueden ocurrir en una calle.
Incluso la realización de un mapa interactivo con rutas para el acceso a personas con movilidad reducida puede ser una de las apps que más partido le puedan sacar a este sistema.