Hay una obsesión por enseñar programación a todo el mundo, niños o mayores, y la oferta es cada vez más fácil y entretenida, tengas o no nociones básicas. Un ejemplo es Grasshopper.
Son encomiables los esfuerzos que se están haciendo desde distintos frentes por enseñar a programar a cualquiera, adulto o menor de edad, tenga o no conocimientos previos.
Todo apunta a que saber programar será un requisito imprescindible en un futuro no muy lejano, y viendo novedades tecnológicas como el Internet de las cosas (IoT o Internet of Things), la robótica, la industria 4.0 o la última palabra de moda, el blockchain, parece que va a ser así.
Si en la actualidad empezamos a ver diferencias entre personas con conocimientos sobre el manejo de Internet y quienes no lo tienen, los llamados analfabetos digitales, es posible que dentro de unas décadas haya analfabetos de la programación a quienes se les cierren muchas puertas, no sólo laborales, sino en su día a día.
Dejando a un lado esta visión distópica, la realidad actual es que programar es un conocimiento más a tener en cuenta en cada vez más sectores profesionales.
Si Apple lanzó en su momento Swift Playgrounds para enseñar programación para principiantes de todas las edades a través de juegos, Google ha hecho lo propio, indirectamente.
Con el nombre de Grasshopper, el proyecto surge de Area 120, un proyecto de Google para diseñar y poner en marcha productos experimentales al estilo de Microsoft Garage y similares.
Veamos qué nos ofrece este proyecto para aprender programación para no iniciados.
Comunicarnos con máquinas
Tal y como reza la página oficial de Grasshopper, codificar (code en inglés), aunque acostumbramos a llamarlo programar (programming en inglés), consiste en comunicarnos con computadoras.
El código que programamos le dice a la computadora qué tiene que hacer. Así era al principio. Hoy en día los “programadores” nos facilitan “programas” ya “programados” que a través de pulsar botones y menús permiten que nos comuniquemos con nuestro PC sin tener que escribir código.
Aprender a programar nos permite aprender a crear páginas web, aplicaciones móviles o de escritorio, procesar datos y, como dije al principio de este artículo, en el futuro cada vez podremos hacer más cosas, como controlar robots o incluso nuestra propia casa y electrodomésticos.
Precisamente, conocer lenguajes como Python o C nos ayudará en un futuro cercano a trabajar en avances como la Inteligencia Artificial y el Machine Learning.
El primer paso, el más importante
El propósito de Grasshopper es enseñar programación para principiantes, algo de relevancia si tenemos en cuenta que muchos hemos desistido de aprender a programar por no saber cómo empezar con ello.
Grasshopper lo hace mediante aplicaciones para Android y iPhone/iPad que enseñan a programar mediante pequeñas unidades de conocimiento teóricas pero sobre todo prácticas.
El lenguaje elegido para introducirnos en la programación es JavaScript, uno de los más populares por detrás de Java, C y derivados (C++, C#) y Python. Precisamente, Python es otro gran lenguaje para iniciarnos, tal y como puedes comprobar en este tutorial sobre Python y Machine Learning.
Por un lado, veremos puzles gráficos, entendibles por cualquiera y en paralelo, el código real para que podamos traducir algo que comprendemos en un lenguaje nuevo que, con práctica y tiempo, interiorizaremos como un conocimiento más.
Y, como no podía faltar en esta app para aprender, ofrece logros y retos a modo de motivadores para que aprendamos cada día por cuenta propia.
Con esta app/juego nos familiarizaremos con JavaScript y con la programación en general. Una vez terminemos con todas las lecciones, actividades y juegos disponibles, la propia app nos da algunas recomendaciones de cómo seguir aprendiendo programación.
Grasshopper nos recuerda a otros proyectos para enseñar programación a no iniciados. Los ingredientes en común son ya un estándar: logros y retos, lecciones muy breves con poca teoría y mucha práctica, juegos…
Otra de sus ventajas es la gratuidad. Además, sus responsables no descartan ampliar la aplicación y enseñar otros lenguajes o profundizar más en JavaScript.
Si te pica la curiosidad, o simplemente dispones de unos minutos libres, échale un vistazo. Quién sabe a dónde te llevará.