En la búsqueda por encontrar posibles formas de prevenir la metástasis del cáncer, una investigación científica se ha topado con un nuevo mecanismo molecular que podría ser el inicio de la solución al problema.
Entre los múltiples mecanismos químicos que se encuentran presentes en la metástasis de las células cancerosas existe una vía bioquímica molecular que ha acaparado la atención de los investigadores: la vía PDK1. Aunque se sabía de su papel en este proceso, no se conocía el por qué hasta ahora.
Los niveles de purina y tiamina, protagonistas de la metástasis
Ha sido un grupo de investigadores encabezado por Songon An, profesor de bioquímica celular de complejos multienzimáticos metabólicos en células vivas de la UMBC, el que ha demostrado, por primera vez, cómo la vía PDK1 actúa en la metástasis del cáncer.
Así queda reflejado en un nuevo artículo publicado en PLoS ONE. Esta vía regula la formación de un complejo de tres proteínas que facilita dos vías químicas: una que construye purinas (dos de los cuatro bloques de construcción de ADN) y otra encargada de producir tiamina, una vitamina B.
Cómo afectan los niveles de purina y tiamina al desarrollo de la metástasis aún se desconoce; pero cómo se relacionan, los vínculos que conforman, constituye una hipótesis sobre la que los investigadores ya trabajan.
Entre las suposiciones de los científicos se encuentra el gran consumo de energía que supone hacer purinas. Un desgaste que hace creer a los investigadores que la disminución de la producción de la misma durante la metástasis podría ayudar a la célula a sobrevivir mientras se separa de una fuente de nutrientes. “Observar este cambio metabólico -qué vías están en uso durante la metástasis versus cuando está unida la célula- puede ser el lugar hacia donde nuestra investigación se dirige en el futuro”, asegura An en declaraciones para PLoS ONE.
Siguiente paso: validar la función del núcleo
La investigación continúa y con ella las esperanzas de los científicos por dar con la clave para bloquear la metástasis. Para conocer la dinámica de la vía PDK1, el equipo se centra ahora en validar la función del complejo del núcleo de tres proteínas, y trata de averiguar cómo se unen y se rompen en células metastásicas.
Un siguiente paso que tiene por objeto otro más amplio. Y es que An, junto con su colaborador Greg Szeto, profesor asistente de UMBC de ingeniería química, bioquímica y ambiental, trata de crear mapas para los diversos complejos de proteínas y las vías de señalización que regulan las células cancerosas. “Queremos poner cada vía de señalización en el mismo contexto”, recalca An en PLoS ONE.
Múltiple vías conjuntas de análisis
El análisis de la vía PDK1 ha supuesto la centralización de los estudios en una sola vía. Una dinámica que los mismos investigadores quieren cambiar para enfocarse en “varias vías de señalización al mismo tiempo que permitan entender la imagen completa del mapa reglamentario para el metabolismo de la purina”.
De esta forma, detectando muchas proteínas a la vez dentro de una célula, se podría recolectar mucho más conocimiento sobre qué causa la metástasis y la manera de prevenirla.