¿Has oído hablar del hidrógeno verde? Aquí te contamos qué es, y te invitamos a conocer más sobre este gas que ya se presenta como la solución para un futuro más limpio y libre de emisiones de combustibles fósiles. ¿Te apuntas a conocerlo?
El término hidrógeno verde puede que pille a muchos desprevenidos, pero, si es el caso, más vale abrir bien los oídos y prestar atención porque puede que en él se encuentre la solución para reducir las emisiones de combustibles fósiles.
Así es cómo se presenta en un informe reciente de Morgan Stanley Research donde se dan las claves y el porqué del bautizo de este nuevo gas sobre el que se deposita gran parte de las esperanzas medioambientales. ¿Quieres saber más? No lo dudes y sigue leyendo.
En el hidrógeno verde está la clave
El verde se ha convertido en el color de la defensa del medio ambiente y el color bandera de la ecología. Un color que ahora llega al hidrógeno para revolucionar la producción energética y plantarse como la posible solución para un mundo menos contaminado.
Sí, en el hidrógeno verde podría estar la clave al quebradero de cabeza medioambiental que ahora se presenta. Un planeta más libre de carbono es una idea no tan disparatada si se cuenta con este nuevo gas verde, tal y como ha quedado reflejado en el último informe de Morgan Stanley Research.
Por el momento, aunque su demanda es baja, el hidrógeno verde no cesa en el aumento de su uso. Un hecho que conllevará en un futuro no lejano la bajada de su coste de producción, a la vez que crece el uso de energía renovable, haciendo que para el año 2030 se estime una reducción del 70% con respecto a los niveles actuales.
La electrólisis, el proceso limpio
Si bien es cierto que el mayor porcentaje de la producción de hidrógeno proviene de combustibles fósiles, también hay que resaltar el protagonismo de otros gases naturales, hidrocarburos líquidos y carbón. Todos ellos ceden su papel a otro gran actor: la electrólisis del agua.
A través de este proceso de limpieza también es posible obtener hidrógeno, convirtiendo el agua en moléculas de hidrógeno y oxígeno usando una corriente eléctrica de fuentes renovables.
Un método limpio donde la única pega la pone el costo de la electricidad. Y es que, el proceso no es que gaste poca, precisamente. Una realidad que convierte a la electrólisis en una vía económicamente subóptima a corto plazo. Entonces, ¿qué se puede hacer?
Una esperanza de futuro llena de ventajas
No todo está perdido, y aunque ahora no resulte tan rentable, el avance y crecimiento de fuentes de energía renovables supondrá en un futuro no lejano una fuerte disminución del costo de la electricidad.
Con ello, la producción de hidrógeno a través del proceso de electrólisis de agua limpia resultará más rentable, y no será disparatado pensar que en el año 2030 la producción de hidrógeno verde a través de la electrólisis llegue a igualar a la que se produce a través del metano.
Una esperanza de futuro que, según Morgan Stanley Research, ayudará a reducir tanto las emisiones en los procesos industriales existentes, como a proporcionar combustible para autobuses, camiones y barcos, o ayudar a las empresas de servicios a administrar la estabilidad de la red eléctrica.
Una buena nueva con la que comenzaría a reducirse el carbono a nivel global y, por qué no, a pensar en una adopción generalizada de un nuevo pensamiento energético basado en el hidrógeno verde. ¡La revolución del hidrógeno ya está aquí!