Un estudio del AI Now Institute afirma que el reconocimiento facial es un factor muy importante dentro de las nuevas tecnologías y lo identifica como un desafío clave para la sociedad que debería estar regulado.
El reconocimiento facial se ha convertido, en un breve período de tiempo, en uno de los elementos más usados a lo largo y ancho del mundo en materia de inteligencia artificial. Se encuentra en nuestro día a día y se nos muestra, muchas veces, sin darnos siquiera cuenta de que está ahí.
Lo podemos encontrar en diversos sitios. Por ejemplo, para desbloquear los últimos iPhones de Apple y habilitar los pagos, en aeropuertos como los indios o los japoneses en los que en breve dispondrán de dispositivos de reconocimiento, en algunos bancos chinos, o incluso la Casa Blanca está desarrollando un sistema semejante.
Lo cierto es que el reconocimiento facial es una herramienta muy usada dentro de organismos tanto públicos como privados y eso está conllevando una línea de acción respecto a la misma bastante laxa.
El informe del AI Now Institute para el reconocimiento facial
Desde la Universidad de Nueva York llega este estudio que confronta todas las posibilidades respecto al control facial.
El informe sugiere, por ejemplo, extender el poder de los organismos gubernamentales existentes para regular los problemas de inteligencia artificial, incluido el uso del reconocimiento facial.
También establece que se debe advertir al público cuando se utilizan sistemas de reconocimiento facial para rastrearlos y que deben tener el derecho de rechazar el uso de dicha tecnología.
Exige, a su vez, una mayor protección de los consumidores frente a la inteligencia artificial; e insta a las empresas a renunciar a las reclamaciones de secreto comercial cuando está en juego la responsabilidad de los sistemas de IA (como por ejemplo, cuando se utilizan algoritmos para tomar decisiones críticas).
Es, en definitiva, un informe que aconseja de manera unánime la regulación no sólo sobre el reconocimiento facial, sino sobre todo lo relacionado con la inteligencia artificial. Con la misión, como dice el anterior párrafo, de proteger al usuario frente a posibles vacíos legales que pueda haber en una tecnología, como esta, con un crecimiento exponencial tan alto.