El cáncer cervical podría ser solo un mal recuerdo en 2100. La vacuna contra el VPH y las citologías regulares podrían eliminar casi por completo la posibilidad de sufrir esta enfermedad
El cáncer cervical podría eliminarse mayoritariamente en un gran número de países a finales del siglo XXI, según investigaciones de la publicación Lancet Oncology.
El VPH (Virus del Papiloma Humano) es el principal causante del cáncer cervical. La vacuna creada para proteger a las mujeres contra este virus ha reducido notablemente los casos de cáncer cervical. Si se administra a mujeres jóvenes y se complementa con citologías regulares podría ser la solución a una enfermedad que mata a más de 300,000 mujeres en el mundo cada año.
El director general de la OMS hizo un llamamiento global para eliminar la enfermedad, algo que podría conseguirse, simplemente, incrementando la administración de vacunas y citologías.
Si no se toman medidas, 600,000 mujeres sufrirán cáncer cervical en 2020, llegando a 1.3 millones al año en 2069, debido al incremento y envejecimiento de la población. Las medidas propuestas por la OMS podrían reducir los casos en 13.4 millones en los próximos 50 años. A finales de siglo, los casos de cáncer cervical podrían reducirse a tan solo 4 de cada 100,000 mujeres, por lo que podría considerarse prácticamente eliminado.
Los países más desarrollados podrán eliminarlo a finales de siglo pero, los países menos desarrollados, seguirían teniendo 14 casos en cada 100,000 mujeres. La profesora Karen Canfell, líder del estudio, afirmó que «la investigación estima que Australia va por buen camino para conseguir eliminar el cáncer cervical en 2035, consiguiendo cifras por debajo de 4 por cada 100,000 mujeres. Países como Inglaterra, Finlandia, EEUU o Canadá conseguirán hacerlo entre 2055 y 2059».
Los programas de vacunación contra el VPH no son aceptados en todas las sociedades. Al ser un virus de transmisión sexual, muchas familias deciden no formar parte del programa ya que consideran que sus hijas no tendrán más de un compañero sexual.
Los programas han tenido bastante éxito en Europa pero no en otros países, donde se ha generado una gran hostilidad debido a episodios de reacciones psicosomáticas en diferentes niñas alrededor del mundo.
Esta información se transmite a los padres que se niegan a suministrar la vacuna a sus hijas, a pesar de haber sido aceptada por el Comité Mundial sobre Seguridad de las Vacunas de la OMS.