Existen alternativas naturales a los tintes sintéticos. Un ejemplo de ello es la iniciativa llevada a cabo en el País Vasco para obtener tintes naturales a partir de cáscaras de nueces.
La contaminación es un grave problema que en los últimos años se está agravando por métodos de producción no sostenibles. Una de las industrias que más contaminan es la textil, debido a la sobreproducción y al empleo de productos químicos. Por fortuna, cada vez más compañías del sector se están concienciando de la necesidad de adoptar procedimientos alternativos para cuidar el medio ambiente. Esta tendencia ha llegado a la forma de generar los tintes que se usan para dar color a los tejidos.
La industria textil utiliza de forma mayoritaria tintes sintéticos, elaborados mediante procesos químicos a partir de derivados del petróleo, que conllevan graves riesgos para la salud de los trabajadores que participan en su confección, de los consumidores que tienen su piel en contacto con la ropa y del medio ambiente, pues suponen la contaminación del agua, el suelo y la atmósfera de las zonas donde se producen.
Afortunadamente, existen alternativas naturales a los tintes sintéticos. Un ejemplo de ello es la iniciativa llevada a cabo en el País Vasco para obtener tintes naturales a partir de cáscaras de nueces. Esta innovadora idea forma parte de un proyecto de investigación impulsado por la cadena de ropa especializada en montaña Ternua con el objetivo de sustituir los tintes fabricados con petróleo por un colorante natural.
Gracias a ello, las cáscaras de las nueces que se toman de forma tradicional como postre en las sidrerías vascas ya no se tiran a la basura, sino que se almacenan y se depositan en contenedores específicos para su reutilización. A continuación, se llevan a un lugar específico donde se trituran para fabricar el tinte natural que servirá para dar color a las prendas de ropa.
La iniciativa forma parte del proyecto de sostenibilidad Nutcycle, que reutiliza residuos agrícolas y los aplica en las prendas como tinte natural, evitando así el uso de tintes artificiales. En él participan, además de Ternua, el Departamento de medio ambiente de la Diputación de Gipuzkoa, la asociación de sidrerías de Gipuzkoa, y Archroma, fábrica de Barcelona donde las nueces se transforman en colorante mediante un proceso de presión y calor.
El proyecto es un ejemplo de economía circular, pues en todo el proceso se busca reducir la cantidad de residuos desechados. De este modo, además del tinte natural obtenido de las nueces trituradas, Ternua fabrica prendas como sudaderas con algodón reciclado proveniente de ropa en desuso y poliéster reciclado a partir de los plásticos de las botellas PET.
El proyecto Nutcycle aúna los valores de la innovación, el desarrollo, el diseño, la sostenibilidad, uniéndose así a otras iniciativas que buscan producir ropa de forma sostenible, luchando contra la acumulación del plástico y otros residuos.
En un mundo donde la contaminación y el cambio climático generan graves daños, tanto económicos como para la salud pública, el reciclaje y la producción sostenible con el medio ambiente se convierten en una necesidad social. El ingenio del ser humano y el potencial de la tecnología nos dan los recursos necesarios para lograrlo.