En Berkeley Lab han desarrollado un nuevo tipo de plástico, llamado PDK, que se puede reciclar de forma indefinida. Un hito para la sostenibilidad.
El crecimiento de los residuos plásticos es una de las mayores amenazas para el medio ambiente. Como se ha visto, este tipo de materiales tardan en degradarse. Es más, cuando lo hacen comienzan por descomponerse en minúsculos fragmentos, que se pueden encontrar en el agua de forma corriente.
Algunos estudios han encontrado una cantidad apreciable de microplásticos en el agua que sale del grifo. Aunque el símbolo de la contaminación por plástico es la isla de basura, un enorme área en el océano Pacífico Norte. Allí se acumulan, debido a las corrientes, grandes cantidades de restos de envases. Son estos fragmentos mínimos, extremadamente difíciles de retirar del agua.
El reciclaje del plástico se hace necesario para no perjudicar el medio ambiente. El primer problema es reciclarlo. Algo de por sí complicado, pues requiere una logística importante, la voluntad de muchos actores e infraestructura adecuadas. Pero aún hay otro escollo. Los actuales métodos de reciclaje del plástico acarrean la reducción y la modificación del mismo. Pero el material no es fácil de reciclar.
Este segundo problema es el que han afrontado desde el Berkeley Lab. Un equipo de investigadores ha creado un tipo de plástico que puede dividirse y reciclarse de forma indefinida. Se llama PDK y tiene unas propiedades características que lo hacen apto para luchar contra la creciente contaminación por plástico.
La clave del nuevo material está en los enlaces entre los monómeros que contienen los plásticos y los aditivos que se le añaden a estos (para darles rigidez o flexibilidad, por ejemplo).
Plásticos reversibles
El proceso de creación de un plástico conlleva la adicción de compuestos químicos para obtener las propiedades deseadas. No es lo mismo un envase para un líquido que una tarrina de yogur o que un tubo rígido. Cuando estos aditivos se mezclan con los monómeros que tiene el material plástico, los enlaces que se crean son fuertes. Tanto que estos compuestos permanecen aferrados a los monómeros después del reciclaje.
Aquí viene el problema. Si los plásticos no se separan por categorías estrictas no se puede saber qué propiedades tienen los monómeros obtenidos de un proceso de reciclaje. En cambio, el PDK nacido en el Berkeley Lab tiene enlaces reversibles con los aditivos químicos.
Cuando el PDK se introduce en una solución latamente ácida se pueden recuperar los monómeros para crear un plástico reciclado sin las mismas propiedades que el anterior. Los científicos de Berkeley Lab señalan que su plástico se ha diseñado para poder ser reciclado. Esto ya es más que la mayoría de los que existen hoy en el mercado.