Expertos en evolución biológica creen que los colonizadores de Marte sufrirán mutaciones en sus genes con una rapidez inusitada.
La llegada a Marte de los primeros seres humanos ya está entre los planes de la NASA e incluso de otros actores, como SpaceX. Pero hay muchas preguntas que quedan por responder. Los planes son ambiciosos, pero todos los supuestos de colonizar el planeta rojo parecen lejanos.
Lo primero será llegar, una tarea que no es nada fácil. El aterrizaje, por ejemplo, implica un grado de complejidad técnica enorme. Y, después, con el tiempo, se tratará de establecer bases permanentes en el planeta. Esto, evidentemente, tiene aún mayor dificultad que lo anterior. Pero muchos se han mostrado decididos a lograrlo en los últimos años.
Pese al entusiasmo, aún nos queda mucho por saber. Uno de los campos menos explorados es el de la evolución biológica en Marte. El biólogo experto en evolución Scott Solomon, profesor de la Universidad de Rice, advierte que no entendemos en absoluto las implicaciones de mover un cuerpo humano a Marte.
Para unos futuros colonizadores de Marte, los cambios a nivel biológico serían importantes. Solomon lanza una especulación, con todo su bagaje bajo el brazo: en dos generaciones pasadas en el planeta rojo estos humanos tendrían huesos más fuertes , necesitarían gafas de cerca y sus sistemas inmunes serían casi nulos.
El peaje de unas condiciones draconianas
En Marte las condiciones son muy extremas. La exposición a la radiación solar es 5.000 veces mayor que en la Tierra. La temperatura media en su superficie es de -55 grados. Los recursos son escasos. De hecho, el hielo será clave para la supervivencia de bases permanentes en el planeta rojo.
En la Tierra, cada bebé nace con unas 60 mutaciones. Solomon cree que en Marte serían unas 1.000, con el fin de adaptarse al medio. Gracias a esta herramienta de la evolución, los colonizadores de Marte obtendrían algunos beneficios para sobrevivir. Su tono de piel sería diferente para protegerlos de la radiación, no dependerían tanto del oxígeno y unos huesos más fuertes compensarían la pérdida de calcio.
Solomon también lanza una advertencia curiosa. Dice que los colonizadores de Marte no deberían reproducirse con los humanos de la Tierra. Y es que, las mutaciones obtenidas por estos pobladores de Marte se destinan a la supervivencia. Así que la mejor opción es conservarlas.
Además, el biólogo señala que un contacto entre estos pobladores del planeta rojo y humanos terrestres podría ser mortal para los primeros. Pues en Marte no hay microorganismos que generen enfermedades y los colonizadores no estarán inmunizados ante estos agentes que sí hay en la Tierra.
Imágenes: NASA