Los latidos del corazón nos definen y delatan quiénes somos. Por ello, en EE.UU. han desarrollado una tecnología de reconocimiento cardíaco para intervenciones antiterroristas.
Un nuevo dispositivo, desarrollado por el Pentágono a petición de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos, es capaz de identificar a las personas sin necesidad de ver su cara. En lugar de los rasgos faciales, es capaz de detectar la actividad cardíaca a través de un láser infrarrojo.
El corazón de cada persona es único y, al igual que el iris o las huellas dactilares, es un elemento diferencial. Además, la actividad cardíaca es constante y no puede sufrir modificaciones ni es posible camuflarla. Por lo tanto, constituye uno de los rasgos identificativos más fiables.
Reconocimiento a 200 metros
El sistema del Pentágono funciona en la actualidad a una distancia de 200 metros, y tiene margen de mejora para abarcar distancias mayores.
Según ha informado MIT Technology Review, el dispositivo, llamado Jetson, emplea una tecnología láser que detecta las vibraciones en la superficie provocadas por los latidos del corazón.
Jetson ha sido desarrollado para mejorar y complementar otros sistemas de reconocimientos como el facial. Este necesita una visión clara y frontal de la cara que puede ser engañada por barbas, gafas de sol o cicatrices. Sin embargo, el reconocimiento cardíaco podría alcanzar un 95% de precisión en condiciones óptimas.
Un 95% de precisión
En la actualidad, esta firma cardíaca está siendo empleada en entornos empresariales como alternativa de seguridad a las huellas dactilares. Las Fuerzas Especiales estadounidenses trabajan en el desarrollo de Jetson como un sistema de reconocimiento de largo alcance en operaciones antiterroristas.
Los desarrolladores son conscientes de que la principal limitación del reconocimiento cardíaco es la ausencia de una base de datos suficiente. En cuanto a las aplicaciones futuras, han mostrado una gran confianza en el uso de la tecnología para identificar afecciones cardíacas de manera remota, o monitorizar el estado de los pacientes sin necesidad de mantenerlos conectados a máquinas.