Un equipo de investigadores ha descubierto una nueva estrella con un comportamiento inusual durante una campaña de observación con el telescopio espacial Kepler.
La misión K2 lleva desde 2014 explorando el espacio en busca de planetas extrasolares. Durante todo este tiempo han reportado el descubrimiento de miles de exoplanetas, así como una gran cantidad de objetos planetarios tan enigmáticos que no han podido incluirse en los resultados publicados en la revista Arxiv.
El último hallazgo ha sido nombrado HD 139139, una pareja de estrellas localizada a 360 millones de kilómetros de distancia de la Tierra. A lo largo de 87 días se pudieron observar 28 parpadeos anómalos en los que la estrella perdía luz sin que los científicos hayan podido determinar su origen.
Parpadeos aleatorios
Lo más desconcertante acerca de estos parpadeos es que no muestran ninguna periodicidad. Los movimientos se han producido de manera prácticamente aleatoria y los científicos tan solo han podido establecer una secuencia periódica en cuatro de los parpadeos.
Los parpadeos regulares se explican como consecuencia de un planeta en órbita de la estrella, sin embargo, la aleatoriedad de los cambios de luz de HD 139139 ha obligado a los investigadores a descartar esta posibilidad. Es por ello por lo que el equipo ha planteado una serie de posibles explicaciones no concluyentes al origen de los parpadeos.
Explicaciones no concluyentes
Entre las posibilidades expuestas destacan la existencia de un sistema multiplanetario que estuviera provocando los descensos de brillo o la ya descartada posibilidad de un planeta **orbitando alrededor de las estrellas HD 139139.
Otra de la explicaciones sería la existencia de un planeta en pleno proceso de desintegración como el foco emisor de los parpadeos irregulares. También ha sido descartada la posibilidad de que la pareja de estrellas se ubique dentro de un cinturón de asteroides. Esta última ha sido descartada por el hecho de que los asteroides deberían tener las mismas propiedades de tamaño y densidad.
Los resultados expuestos por los investigadores no permiten dar una explicación concluyente al origen de los parpadeos de las estrellas HD 139139. Sin embargo, pese al fallo de las conjeturas actuales, este descubrimiento ofrece la posibilidad de continuar observando el comportamiento de las estrellas, abrir el debate entre la comunidad científica y seguir avanzando en el perfeccionamiento de las tecnologías de observación espacial.