En Irlanda se ha decidido abandonar la búsqueda de combustibles fósiles. A cambio, se aumentará la exploración de las alternativas renovables.
La búsqueda de combustibles fósiles ha sido una constante desde la Primera Revolución Industrial. El carbón sirvió como propulsor clave de las máquinas de vapor, pisando el acelerador en el sector del transporte. Barcos y trenes se lanzaron a recorrer los mares y las orografías de los continentes.
Solo era la primera parte de una carrera que no se ha detenido aún. Y solo ahora parece que aminora su velocidad. En cuanto se conoció la capacidad energética que escondía el petróleo, los países más poderosos del momento se lanzaron a su caza. Esta búsqueda ha impulsado el crecimiento económico en múltiples regiones del planeta, a la vez que ha sido fuente de conflictos.
Pero ahora se abre una nueva era en la que las energías renovables se erigen como el sustituto de estos combustibles fósiles. En algunas partes del mundo, las alternativas limpias al petróleo y al gas ya representan una parte importante del mix energético.
Y poco a poco se avanza hacia en la misma dirección. En Irlanda han dado un paso decisivo, por la tendencia que marca. El gobierno del país ha anunciado que abandonará la búsqueda de combustibles fósiles. Y esta noticia es relevante por su simbolismo.
Hay que tener en cuenta que Irlanda tiene control sobre aguas del Atlántico (un 80% de sus mares pertenecen a este océano), del mar de Irlanda y del mar Céltico. Son zonas donde existen prospecciones petrolíferas y de gas. Una gran parte del petróleo europeo se encuentra en el mar del Norte.
De ahí que la decisión de Irlanda sea un sacrificio , pues la aparición de yacimientos en sus mares le confiere una independencia energética cómoda y relativamente barata. Sin embargo, el país ha preferido avanzar en la investigación de energías renovables, con vistas a detener aquellas acciones que contribuyan a agravar el cambio climático.
Una vuelta de tuerca a la obtención de energía
Aún perdurarán algunas licencias para buscar petróleo y gas en pequeñas partes de los mares irlandeses. Pero el resto de peticiones se denegarán. Irlanda ha optado por confiar su futuro a las energías renovables. De la misma manera que en algunos lugares se ha optado por detener la extracción del carbón, ahora le toca el turno a los hidrocarburos.
El país tendrá que planificar una estrategia a largo plazo. No solo es clave la obtención de la energía sino que también será necesario estipular cómo se hará su almacenamiento cuando se requiera. La fórmula que contemplan en algunas partes, como Australia, y que está aún en exploración son las baterías gigantes. Aunque también se prevé usar hidrógeno como contenedor de energía.
Imágenes: Tuomo Lindfors, Allie_Caulfield