Netflix, YouTube, audiolibros, podcasts… Si eres habitual de este tipo de contenido, LingQ te ayuda a aprender idiomas mientras te diviertes.
Aunque conviene conocer las reglas gramaticales básicas del idioma que queremos aprender, la manera más rápida de conocer nuevo vocabulario y saber cómo aplicarlo en frases completas y conversaciones es escuchando canciones y podcasts en ese idioma, ver series y películas en versión original y leer libros, artículos o diarios en esa lengua.
Sin darnos cuenta, mientras consumimos contenido de nuestro agrado, vamos aprendiendo e interiorizando palabras, conceptos, ideas que, en una conversación práctica, podremos emplear de manera natural.
Hace tiempo hablé de un proyecto inspirado en esta idea llamado Flowlingo, si bien no terminaba de exprimir todas sus posibilidades, algo que sí hace la aplicación de la que hablaré a continuación, LingQ.
Aprender con tu contenido favorito
La idea de la que parte LingQ es ayudarte a aprender idiomas con contenido propio en forma de listas de vocabulario, lecciones teóricas y fragmentos de audio en forma de podcast, pero también apostar porque aprendas consumiendo contenido audiovisual o escrito de tu interés.
Más de 1.000 horas de audio con transcripción, compatible con más de 20 idiomas, diccionarios integrados y la posibilidad de importar contenido para convertirlo en lecciones nuevas. Además, podemos usarlo con o sin conexión y nos permite ver estadísticas de progreso para saber si lo estamos haciendo bien.
Desde la Biblioteca podemos importar noticias, que es el elemento más fácil, ya que consiste en texto que LingQ detecta y puede traducir si tenemos alguna duda de vocabulario.
Pero también podemos importar cualquier cosa a partir de su enlace. Incluso es posible añadir un botón al menú Compartir de iOS y Android para así exportar contenido directamente de Safari, Chrome o cualquier aplicación que tenga acceso a ese menú.
Aprender paso a paso
Como suele ser frecuente en este tipo de aplicaciones, LingQ permite aprender varios idiomas a la vez. Además, para adaptar el contenido a nuestro nivel, nos pregunta cuánto sabemos de ese idiomas (principiante, intermedio o avanzado) y cuánto tiempo dedicaremos a aprenderlo, entre 10 minutos al día y 1 hora. Luego nos preguntará qué temas nos interesan, como por ejemplo libros, noticias, deportes, tecnología, salud, ciencia, cultura o viajes.
A partir de esa encuesta, LingQ mostrará lecciones y contenido de aprendizaje acorde a nuestros gustos, una manera de estar motivados para aprender idiomas con aquello que nos gusta en vez de contenido genérico que tal vez nos acabe aburriendo.
Para empezar, LingQ ofrece contenido propio a raudales para aprender algo nuevo de cualquier tema de nuestro interés mientras mejoramos nuestro vocabulario. Todo esto lo encontraremos tanto en la Biblioteca.
A partir de ahí, podemos guardar vocabulario extraído de ese contenido y que podremos consultar en el apartado Vocabulario. Y seleccionando lecciones, podremos crear una lista de reproducción personalizada para escuchar en cualquier momento o lugar.
Gratis o Premium
Como sus responsables no viven del aire, LingQ cuenta con una parte gratuita y otra de pago. La gratuita es muy completa, tal y como podemos comprobar en la página de suscripción. Además, podemos probar la versión de pago gratuitamente durante 7 días.
La versión Premium añade vocabulario ilimitado, importación ilimitada de contenido y vocabulario, modo sin conexión, edición de lecciones y actividades adicionales. Es decir, que puedes emplear LingQ gratis y, si vas a hacer un uso intensivo, tal vez te plantees pasar a la versión de pago.
Sea como fuere, LingQ se une a la cada vez más larga lista de aplicaciones con las que aprender idiomas de manera divertida, combinando el juego y el consumo de contenido lúdico con la tarea de conocer nuevas lenguas, adaptándose a nuestro tiempo en vez de ser nosotros quienes hagamos malabares con nuestra agenda.