La energía eólica se revela como un posible sustento alternativo para los agricultores, en zonas con gran extensión de terreno.
La energía eólica requiere –no es una novedad y tampoco es un requisito exclusivo de esta fuente alternativa– de grandes superficies. No hablamos de latifundios. Aunque si los hay, mejor, pues el espacio siempre se agradece en estos proyectos. Pero al menos se necesita un terreno de cierta envergadura para plantar aerogeneradores. No vale con una huerta.
Sin embargo, para en el medio rural, la instalación de aerogeneradores podría convertirse en un sustento alternativo para los agricultores. En Estados Unidos hay algunos casos de propietarios dedicados tradicionalmente al cultivo de tierras y que ahora cuentan con aerogeneradores. Pero esto no quiere decir que hayan abandonado las tareas agrícolas. Al contrario, las compatibilizan.
La mejora de las condiciones de vida de los agricultores es un asunto a tratar desde hace tiempo. Los precios por los productos del campo son bajos y la actividad agrícola se hace insostenible. De ahí que este sector sea uno de los que están en el punto de mira de IoT. Se espera que la conectividad y la automatización de máquinas mejoren la producción y abarate costes.
En el estado de Kansas, según un reportaje de USA Today, la eólica puede ser un considerable sustento alternativo para los agricultores. Estos podrían ganar entre 3.000 y 7.000 dólares por cada aerogenerador. Y cada uno de estos gigantes ocupan el espacio equivalente a un garaje de dos plazas. Hay quienes los instalan en sus tierras, si tienen capital para hacerlo. Pero también hay otra fórmula: arrendar el terreno para que una empresa de generación eólica ponga los molinos.
El avance de la energía eólica
La energía solar suele ser la que está más en boca de todos. Pero el avance de la eólica se da a pasos agigantados. Las oportunidades que ofrece también son indiscutibles. En Europa son muchos los países que han puesto en marcha proyectos de envergadura. Al tiempo que un estudio ha estimado que el continente podría multiplicar su producción actual por 100. Para hacerlo se necesitarían plantar 11 millones de aerogeneradores en casi 5 millones de kilómetros cuadrados.
Precisamente un caso de éxito en Europa es Portugal. El país ibérico ha hecho progresar intensamente a la energía eólica en los últimos años. Símbolo de sus logros es el enorme aerogenerador flotante que se instalará en la costa de Viana do Castelo. Su potencia será de 8,4 MW y se encuadrará en una granja de 25 MW. Un proyecto capaz de abastecer a 60.000 hogares.
