Se llama Flyboard Air y aún se encuentra en fase de mejora. Su inventor, el ex deportista Franky Zapata, afirma que es completamente seguro y que en los próximos años es probable que se extienda su uso a los ámbitos recreativo, civil y militar.
¿Volaremos? Si contamos los aviones, los helicópteros y los globos aerostáticos ya es posible, sí. Sin embargo, la pregunta que todos nos hemos hecho de niños alguna vez es si lo haremos por nuestra cuenta, sin máquinas tan aparatosas.
Es un sueño que ha permanecido en el imaginario colectivo desde hace décadas, y que hasta ahora no se ha conseguido materializar, más allá de su representación en tebeos de super héroes y en películas de la misma temática. Sin embargo, esto está a punto de cambiar y, precisamente, gracias a estas historias fantásticas. El Flyboard Air se ha inspirado en ellas para hacer volar a cualquier persona.
Así lo reconoce su creador, Franky Zapata, un aventurero empeñado en hacer realidad este sueño tan universal. Ex deportista de motos acuáticas y ganador de varios campeonatos, investiga cómo lograrlo desde hace más de una década.
Su trabajo cosecha ya frutos muy significativos e interesantes. El primero, presentado en 2012, ha iniciado un nuevo deporte acuático del que hoy ya podemos disfrutar. El Flyboard consiste en un dispositivo que va unido a una moto acuática, y que se propulsa sobre el agua, tanto para elevarse varios metros como para sumergirse un par.
Sin embargo, su invento más importante es otro: el Flyboard Air, con el que no solo podemos ascender una decena de metros, sino hasta 150, y con el que, además, no necesitamos estar conectados a una moto de agua. Ni a nada más que a una tabla sobre la que nos colocamos y nos impulsa.
Parece ficción, pero no lo es. Esta tabla soporta de momento hasta 100 kilogramos y engancha nuestros pies de una forma que no podemos caernos. Está equipada de cuatro turbinas, que la confieren una potencia equivalente a 1.000 caballos, y con la que de momento puede superar los 140 kilómetros por hora.
¿Cómo se dirige? La persona que lo pilota tiene un mando, desde el que tiene acceso a su dirección a y otras funciones, como el estado de los motores, la altitud y el nivel de combustible.
Éste es un almacén de energía química y gas, que se carga tras la espalda, como una mochila. En el futuro, si los avances lo permiten, Franky Zapata valorará si puede reemplazarlo por una batería eléctrica, pero, “actualmente, no está desarrollada para este tipo de dispositivos”.
¿Es seguro?
El Flyboard Air es un vehículo que permite volar, pero, ¿es seguro? Es una de las primeras preguntas que nos hacemos si tenemos en cuenta la ligereza, velocidad y altura tan considerables que alcanza. “Sí, es muy seguro” —asegura Zapata en una entrevista con Rewisor—. “La seguridad es lo más importante para nosotros”. Por ello, han desarrollado un sistema para que las cuatro turbinas sean independientes y que si una falla no interfiera en las demás.
Además, en caso de que una de ellas falle, el vehículo puede seguir funcionando sin problemas, y en caso de que sean dos, desciende automáticamente hasta el suelo. Para los casos extremos de emergencia, permite que las botas se liberen fácilmente.
Aun así, a pesar de estas prestaciones, el aparato genera mucha inseguridad. Por esta razón, son muy pocos los que lo han probado desde su aparición en 2016. El propio Zapata es quien más experimenta con él.
Dice que solo se ha caído una vez y fue porque no calculó bien la cantidad de combustible. Ya ha batido varios récords, como el del vuelo más largo de la historia en un aparato así o el desafío de cruzar el Canal de la Mancha, una distancia de 35 kilómetros.
Es impresionante, pero no se conforman con estas prestaciones, como el tiempo de duración que es capaz de volar, de seis minutos. En la página web informan de que están trabajando en su mejora y que esperan extenderlo hasta los 30 minutos, además de perfeccionarlo con otras capacidades, como la de soportar 200 kilógramos de peso, superar los 200 kilómetros por hora y los 3.000 metros de altura.
Lo logren o no, con las capacidades actuales ya resulta espectacular. Basta ver un poco el vídeo promocional, en donde su aventurero creador vuela sobre unos cañones. Las imágenes, de calidad 8K para que se vea bien, no tienen desperdicio.
¿Te atreverías a probarlo? Volar sobre una tabla ya es posible.