La noticia abre un nuevo capítulo en materia cósmica. La “enana roja” Gliese 887 tiene el sistema planetario compacto más próximo al nuestro. Pero ¿es igual? O ¿cómo es exactamente? Su exploración inicial arroja datos muy llamativos.
Mientras las compañías privadas se lanzan a la conquista del espacio para crear “colonias” fuera de la Tierra u ofrecer experiencias diferentes, los científicos continúan buscando señales de vida extraterrestre. No solo las estereotipadas criaturas de color verde y piel viscosa que imaginamos como alienígenas, sino de cualquier rastro de vida y de recursos que pueda sernos útil.
Esta búsqueda es cada vez más urgente, ante la explotación de elementos materiales. Sin embargo, de la misma forma, los desarrollos tecnológicos permiten investigar cada vez con mayor alcance y precisión y los hallazgos en astronomía se suceden cada poco tiempo.
Hace escasas semanas, hemos conocido que Próxima Centauri, la estrella más cercana al sol, tiene su propia Tierra y que un laboratorio italiano ha encontrado lo que podría ser una nueva partícula de materia oscura: los axiones solares.
En esta línea de descubrimientos, difíciles de entender para la mayoría, pero de gran interés científico, un equipo de diferentes laboratorios internacionales, liderado por la Universidad de Gotinga (Alemania), ha hecho público un hallazgo nuevo: dos “supertierras” próximas al Sistema Solar.
Un trabajo de tres meses sobre Gliese 887
Publicado en la revista Science, su estudio revela los descubrimientos realizados sobre el planeta Gliesse 887, situado a 11,8 años luz de nuestro sistema. Esta estrella es la décima más cercana al Sol y hasta ahora no conocíamos que tiene varios planetas orbitando a su alrededor.
Los dos planetas, a los que han denominado Gliese 887b y Gliese 887c, tienen un tamaño superior a la Tierra, pero menor que otros como Urano o Neptuno; de ahí, el nombre de “supertierras”. Su periodo orbital es de 9,3 y 21,8 días, respectivamente, lo que significa que es muy rápido y cercano a la estrella de Gliese 887. Para hacerse una idea más aproximada, Mercurio es el planeta del Sistema Solar con el periodo orbital más corto y es de 88 días.
Condiciones improbables para la existencia
Esta proximidad repercute en la temperatura de las dos “supertierras” encontradas. Consideran que podría ser de 200 y 70 grados; lo que hace muy difícil que haya agua líquida en ellas.
Pese a ello, también han observado que Gliese 887 es una estrella muy antigua e inactiva. Esta circunstancia puede significar que el viento estelar no haya “barrido” las atmósferas originales y, por tanto, podrían albergar vida.
Para resolver estas preguntas están indagando desde el Observatorio Europeo Austral (ESO), en Chile, y se espera que utilicen pronto otros telescopios potentes, como el James Webb de la NASA.
Lo que sí saben seguro es que se trata de uno de los sistemas planetarios más cercanos a la Tierra, solo por detrás de la mencionada Próxima Centauri, a 4,2 años luz y de Wolf359, a 7,9. En el caso de estos dos, cada uno cuenta con un planeta, mientras que Gliese 887 tiene dos, al menos: hay señales de que podría tener un tercero, más pequeño y alejado.
Hay indicios de un tercer planeta, que podría ser habitable
Este tercer planeta, que no está confirmado todavía, es especialmente interesante. Pues según explica Sandra Jeffers, directora de la investigación, en un comunicado del Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), también participante, tendría un periodo orbital más grande, de 50 días; una cifra que está dentro de la “zona de habitabilidad”, con posible agua líquida.
Y aunque aún es pronto para asegurar su existencia, solo las pistas ya han dado la vuelta al mundo e ilusionado a la comunidad astronómica. Pues la información no solo representa una novedad interesante, sino más aún: una dirección concreta hacia donde poner el foco en medio de tanta inmensidad.
Imagen de la cabecera: Universidad de Gotinga. Imágenes. Observatorio Europeo Austral.