En un mundo laboral en el que ya nada es seguro y todo cambia cada poco tiempo, aprender a programar es una de las tendencias en alza que llevan años abriéndose camino. Programación para todos los públicos. Si los idiomas y los conocimientos ofimáticos se convirtieron en algo imprescindible en cualquier puesto de trabajo, poco a poco se van introduciendo los conocimientos de programación como un must-know en casi todo perfil profesional de reciente creación. La importancia de programar o de saber programar en una realidad cada vez más relacionada con la tecnología.
Conceptos como la inteligencia artificial, la internet de las cosas, el deep learning o el big data son especialidades muy ligadas a la informática y a la programación. De ahí que requieran perfiles muy especializados y familiarizados con el código, las matemáticas y requieran aprender a programar para poder, al menos, iniciarse. En definitiva, la importancia de programar se hace cada vez más visible en sectores y perfiles concretos.
Así que aprender a programar ya no es una excentricidad o algo al alcance de unos pocos. Tampoco es que sea algo obligado. Pero como todo conocimiento, la importancia de programar puede abrirte muchas puertas. Desde la escuela o instituto a la edad adulta. Iniciarse en la programación a cualquier edad siempre es una buena idea. También con un modelo enfocado a todos los perfiles, como es el caso de la experiencia de Telefónica con 42, un proyecto de Fundación Telefónica que quiere impulsar nuevos modelos educativos en el sector de la programación. Una escuela de programación sin limitaciones, sin profesores y al ritmo de sus alumnos.
Aprender a programar en escuelas de programación
Su nombre en inglés es code academy o code academies, en plural. Su traducción literal, academia de programación o escuela de programación. Y como su nombre indica, se trata de centros o instituciones académicas cuyo propósito es acercar la programación para todos los públicos. Las hay para todo tipo de usuarios, desde niños a adultos que quiere iniciarse o reciclarse profesionalmente. Las hay virtuales y físicas. Y también las hay con horarios adaptables al tiempo del usuario o en modo intensivo, que te exigen dedicarles el 100% de tu tiempo durante unos meses.
Como cualquier otra especialidad o área de conocimiento, en Internet podemos encontrar grandes cantidades de recursos para aprender a programar. Manuales, guías, tutoriales, vídeos y, cómo no, las escuelas de programación. En su vertiente física y en la digital, pudiendo aprender según te permita tu agenda.
Entre las muchas ventajas de las escuelas de programación destaca su carácter práctico. En primer lugar, porque están especializadas en una área tan concreta como la programación. Y, segundo, porque quienes acuden a este tipo de centros buscan resultados prácticos. Es decir, que además de una teoría quieren acabar el curso programando. A este elemento práctico se les une la adaptación y constante actualización de las escuelas de programación para ofrecer respuestas a las necesidades del momento. Me refiero a usar las herramientas más populares del momento y conocer y enseñar los lenguajes de programación más demandados.
Programación para todos los públicos
Decíamos que aprender a programar es algo que puede interesar a todo tipo de públicos. A los más pequeños, para que se familiaricen con una habilidad o skill que les será de gran utilidad en su futuro académico y también profesional. Para quien se inicia en el mercado laboral, para encontrar un puesto de trabajo con alta demanda. Y, finalmente, para quien quiere reciclarse profesionalmente y adquirir nuevos conocimientos para su actual puesto de empleo o para reconducir su carrera laboral.
Al igual que cualquiera puede aprender a leer y a escribir, aprender idiomas o saber usar tecnología, cualquiera puede aprender a programar. Es más, nunca habíamos tenido a nuestro alcance tal cantidad de recursos gratuitos o de pago para combinar y ampliar nuestros conocimientos.
Y si optamos por una escuela de programación, tenemos el añadido de un aprendizaje conducido y asesorado por expertos. Expertos que, además de enseñarnos a programar, nos motivan para lograr este objetivo. Física o virtualmente. Según la opción elegida por cada uno.
Otro elemento que ayuda a decidirse por una code academy tiene que ver con las acreditaciones obtenidas después de cursar. Los certificados que garantizan que hemos aprendido a programar en determinado lenguaje y que hemos adquirido las competencias necesarias para aplicarlas. Algo importante de cada a reconvertir nuestro perfil profesional o a buscar empleo relacionado. En algunos casos, se trata de certificados propios. En otros, éstos van asociados a universidades o instituciones académicas con las que las escuelas de programación tienen convenio.