Los fabricantes llevan años empeñados en incluir tecnología en las gafas convencionales y hacerlas más útiles de lo que son para muchos usuarios. Hemos visto como Google y otras compañías anunciaban prototipos con pantallas externas para poder comprobar información, con sensores y cámaras para reconocer el entorno, y con micrófono o pequeños altavoces para realizar llamadas o escuchar música.
Estas ideas, sin embargo, nunca han llegado tan lejos como para ver este tipo de gafas en las tiendas, pese a la eterna promesa de que serán un dispositivo imprescindible para el usuario, como lo es ahora el smartphone.
Las compañías, no obstante, no parecen haber pasado página, y pese a múltiples intentos en el pasado, y aprovechando además las nuevas tecnologías, continúan trabajando en un dispositivo que prácticamente sea capaz de sustituir al móvil y que permita facilitarnos la vida todo lo posible. Las gafas inteligentes o con tecnología es la eterna promesa que parece que volveremos a ver, y prueba de ello son los productos que algunos fabricantes ya han anunciado o, que incluso, están desarrollando y que podrían llegar muy pronto.
¿El objetivo? Hacer de algo útil algo todavía más útil
Las gafas son un complemento de moda, pero también tienen una función principal. Aquellas con lentes graduadas, permiten a las personas con problemas de visión ver correctamente. Las gafas de sol, en cambio, protegen la vista de la exposición solar. Son, por tanto, un objeto extremadamente útil e imprescindible para muchos, pero es algo que puede llegar a ser todavía más útil.
La pregunta es sencilla: si es algo que llevamos puesto prácticamente todo el día, ¿por qué no potenciar sus funciones? Podemos llevar unas gafas para mejorar nuestra visión, y que a su vez permitan ver los mensajes que nos llegan al móvil, o que nos muestren cómo llegar a un lugar a través de indicaciones que podrían reproducirse en la propia lente. De este modo, no sería necesario ojear el smartphone cada cierto tiempo, y la interacción sería mucho más intuitiva.
Ahora bien, ¿cómo es posible poder ver, por ejemplo, las notificaciones en las propias lentes de las gafas? Esto, de hecho, es una de las mayores complejidades a la hora de desarrollar unas gafas con tecnología. Google, así como otros fabricantes, durante años, lo han solventado añadiendo una segunda pantalla extra que se sobrepone a la lente y que se ubica, en la mayoría de casos, en la esquina superior. Esto permite ver el entorno en la mayoría de ocasiones y comprobar la información de la pantalla solo cuando sea necesario. Todo apunta a que las próximas gafas con tecnología, de hecho, seguirán la misma estela de las que Google comenzó a desarrollar hace unos años.
Las próximas gafas inteligentes, ¿un sustituto del smartphone?
La tecnología actual, eso sí, está permitiendo a los fabricantes desarrollar unas lentes mucho más completas que las que Google ofrecía allá por el 2012. Un gran ejemplo, son las Oppo Air Glass. Estas gafas constan de un módulo extraíble que permite ver información relevante, como la navegación, las llamadas, notificaciones, etc., a través de una pequeña pantalla que se sobrepone en la lente de las gafas. Si el usuario no quiere ver esa información y solo quiere usar sus gafas como de costumbre, solo necesita extraer el módulo de la patilla.
Apple es otro de los fabricantes que está trabajando en unas gafas con tecnología. La compañía de Cupertino, eso sí, se muestra mucho más optimista que cualquier otro. Apple espera que sus gafas inteligentes sean capaz de sustituir al smartphone, permitiendo realizar todas las acciones que podemos hacer hoy en día con el móvil, desde las propias gafas. Es decir, responder mensajes, llamadas, comprobar la ruta, ver información relevante como el tiempo, reproducir música o, incluso, jugar a juegos. Por el momento, se desconoce cómo será el diseño de las llamadas Apple Glasses. Tampoco hay detalles sobre su lanzamiento, aunque podríamos ver los primeros datos oficiales durante 2023.
Otro gran ejemplo es Google, quien ya se encuentra probando públicamente sus gafas con tecnología capaces de traducir en tiempo real y realizar indicaciones a través de Google Maps. En este caso, con un diseño convencional y sin prácticamente cámaras o sensores a la vista.