Estamos rodeados de tecnología que funciona gracias a placas de circuitos integrados; es decir, a chips y microchips que forman parte de cualquier dispositivo que contenga electrónica. Solo observa a tu alrededor. Pero las limitaciones en su producción y, por lo tanto, la escasez de chips es una preocupación mundial. Sigue leyendo y conocerás desde cuándo se presenta este problema, sus implicaciones y el panorama a futuro.
La escasez de chips no es un problema reciente
Los chips con circuitos integrados de semiconductores están presentes en aparatos tecnológicos de todo tipo:
- El control de una alarma y tus tarjetas bancarias.
- Un collar con chip localizador para tu mascota.
- Los coches, en especial los más nuevos o los eléctricos.
- Hasta en la cafetera que nos alegra el día al preparar un café.
Sin ellos, dispositivos como el ordenador, el móvil, el reloj o la TV inteligente no podrían ser tan ultradelgados, livianos y estilizados. Incluso son claves para la configuración de otras tecnologías. Es por ello por lo que están entre las innovaciones más importantes de la humanidad.
La industria de la automoción, entre otras, depende de un suministro confiable de chips para mantener sus cadenas de producción. Pero la insuficiencia de chips por el aumento en su demanda ha disminuido el stock de vehículos.
La demanda de chips supera las posibilidades de fabricación, creando un déficit que se agravó en el año 2000. Cuatro razones destacan en este problema:
1. Digitalización de actividades y procesos
Como consecuencia del uso de más servicios y contenidos digitales, se disparó la demanda de ordenadores, tabletas y teléfonos inteligentes. Por lo que a su vez incrementó la solicitud de partes electrónicas y procesadores.
2. Confinamiento por Covid-19
La pandemia también impactó el mercado de chips. Una consecuencia del confinamiento fue el aumento exponencial en la demanda de dispositivos electrónicos. Bien sea para entretenimiento, estudio, trabajo en casa, comercio electrónico o telemedicina, la industria electrónica aumentó su importancia. Y es que ella nos mantuvo comunicados, trabajando y estudiando.
3. Mercados inestables
La fluctuación en la producción de unidades de automoción llevó a los fabricantes a destinar sus chips a otros sectores. En la medida en que se recuperan las ventas de automóviles, la demanda de electrónica también aumenta, incrementando la escasez de chips.
4. Monopolización de la producción
La fabricación de placas electrónicas está monopolizada por industrias ubicadas en Taiwán. Empresas como TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited) fabrican miles de productos indispensables para nuestro mundo digital. Por lo tanto, cualquier situación que retrase su producción afecta el suministro de semiconductores.
Esta situación se vivió en el 2021, con el cierre del puerto de Shanghái. Un suceso que afectó considerablemente el suministro de componentes electrónicos utilizados en distintas cadenas de producción.
Implicaciones de la escasez de chips
La escasez de chips está dejando varias consecuencias:
- Disminución en la oferta de productos electrónicos y coches.
- Periodos de espera mayores para la entrega de los productos.
- Dificultad para encontrar productos de ciertas marcas, ya que los chips disponibles son comprados por empresas con la capacidad de pagar más.
- Incremento del desempleo en las empresas que tienen que detener o cerrar líneas de producción por falta de placas y piezas electrónicas.
- Elevación en los costos de los productos, las maquinarias o los vehículos.
- Crecimiento del mercado de componentes electrónicos falsos o de baja calidad.
Como los chips hacen funcionar nuestro mundo, muchos países se esfuerzan en aumentar su producción a fin de disminuir su dependencia a terceros que monopolizan el mercado. Por ejemplo, Intel está construyendo dos complejos de fabricación, invirtiendo al menos 20.000 millones de dólares.
Entonces, ¿se puede superar la crisis de escasez de chips a corto plazo? No es tan fácil ni rápido porque procesar una oblea con los circuitos de chips y microchips implica miles de pasos. Adicionalmente, se requiere de instalaciones altamente especializadas y una inversión cuantiosa.
Solo para darnos una idea, algunos microchips cuentan con 50.000 millones de diminutos transistores. La tendencia es a seguir la reducción tal como lo ha logrado la gigante TSMC, con componentes cada vez más pequeños.
Perspectivas a futuro ante la escasez de chips
Estamos ante un problema que viene agravándose desde el año 2000 y es una escasez que se mantendrá al menos hasta el 2023, tal como señala Pat Gelsinger, CEO de Intel. En sectores asociados a la producción de consolas de videojuegos y servidores de computación, se estima que la crisis por escasez de chips pueda alargarse hasta 2024.
En el caso de Europa, se están elaborando nuevos semiconductores en Alemania, lo cual ayuda a disminuir la dependencia de fábricas fuera de la región. Es un proyecto en el que Bosch está invirtiendo 3000 millones de euros y en el que obtienen microchips de carburo de silicio más eficientes para la industria de la automoción. De momento, queda apostar por el incremento en la fabricación, la diversificación en las opciones de proveedores y la normalidad en su suministro, como medidas para superar la crisis de escasez de chips. En lo que sí podemos estar de acuerdo es en que esas piezas microscópicas tienen una gran importancia en nuestra economía digital y nuestra vida cotidiana.
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