Ya han pasado más de dos años y el COVID-19 ha dejado secuelas en nuestras vidas. A medida que transcurre el tiempo, los investigadores siguen trabajando en sus laboratorios para su cura y prevención. A pesar de que en muchos países se ha levantado la restricción, muchas personas mantienen el miedo a contagiarse. Es así como ha surgido una mascarilla inteligente que podría acabar con todo eso. ¿De qué se trata y cómo podría beneficiarnos?
La Organización Mundial de la Salud ha difundido su esperanza de que estamos más cerca de terminar con el COVID-19. No obstante, aún debemos mantenernos alerta. Hay que recordar que este virus, que se inició en 2019, ha traído graves consecuencias, tales como:
- El fallecimiento de, aproximadamente, 6,5 millones de personas.
- La infección de más de 606 millones.
- Las economías mundiales se vieron gravemente afectadas.
- Los sistemas hospitalarios del mundo se vieron sobresaturados.
Todo lo anterior, lleva a pensar en la importancia de no dejar de trabajar en la prevención del virus y de sus posibles cepas. Pero ¿qué han hecho los científicos al respecto?
Mascarilla inteligente: una opción para la prevención
Los virus respiratorios tales como H1N1, COVID-19, entre otros, pueden propagarse rápidamente en el aire a través de microgotas. Bajo este enfoque, representa todo un reto la detección oportuna.
Unos investigadores de la Universidad de Tongji en China, desarrollaron una mascarilla inteligente que detecta virus en el aire, incluidos el coronavirus y la gripe. El dispositivo en cuestión, fue diseñado para entornos cerrados como ascensores y pequeñas oficinas, donde el riesgo de contagio es mayor. Esta máscara revela los virus incluso en concentraciones bajas, tanto en estado líquido como gaseoso. Los resultados fueron publicados en la Revista Matter.
Gracias a la presencia de un gel, la máscara con el sensor captura los virus presentes en el aire. A su vez, esta se conecta a dispositivos móviles para procesar la señal en tiempo real, alertando inmediatamente el contagio. Ante tal notificación, el usuario, probablemente, decidirá abandonar el recinto contaminado. Tal como lo han manifestado sus autores, los estudios han corroborado que utilizar el dispositivo podría minimizar el riesgo de propagar y contraer la enfermedad.
Una de las particularidades de la máscara de protección es su integración con el Internet de las cosas. Esto permite el diagnóstico en tiempo real del virus en el aire circundante.
Hallazgos de la mascarilla inteligente
Para las pruebas respectivas, los científicos ubicaron el dispositivo en una cámara sellada, posteriormente rociaron gas con cantidades muy pequeñas de proteínas virales.
Entre los hallazgos más importantes se encontraron:
- El dispositivo puede diagnosticar el virus en cantidades muy pequeñas que varían desde 0,3 microlitros hasta 500 veces menos que el volumen producido en un estornudo.
- Los resultados son percibidos mediante la conexión de la máscara en una red inalámbrica que llega hasta los dispositivos móviles.
- La mascarilla inteligente puede descubrir trazas de patógenos (microorganismos capaces de producir una enfermedad) en el aire en diez minutos. Esto lleva a concluir que hay una respuesta rápida de detección.
- La máscara puede funcionar bien en espacios con poca ventilación donde el riesgo de infección es alto.
- De surgir otro virus, el dispositivo puede ser actualizado para detectar los nuevos patógenos.
Como toda novedad, es importante resaltar que se requieren mayores datos para contar con más precisión antes de un lanzamiento comercial. De hecho, aún no se ha probado la frecuencia con la que la mascarilla inteligente emite una señal de advertencia falsa.
Ventajas de este tipo de avances
¿Quién no ha huido del hisopado ante la leve sospecha de tener COVID-19? La respuesta es evidente, ¡a nadie le gusta esa prueba! Lo cierto es que, con este tipo de avances tecnológicos, la detección es automática y en tiempo real, lo cual evitará males mayores.
Asimismo, este tipo de dispositivos será de gran ayuda en otros entornos, en unidades de ventilación o en salas hospitalarias. Esto representa un gran adelanto médico y se espera que se extienda algo similar a otro tipo de enfermedades. En definitiva, la mascarilla inteligente ha sido toda una revolución y una puerta de esperanza para vencer esta pandemia. Se espera que se siga consolidando la innovación y que todos podamos tener acceso a ella para nuestra protección.
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