WhatsApp vivirá en los próximos meses algunos cambios. En especial dentro de la Unión Europea. No me refiero a sus actualizaciones y novedades, muy frecuentes desde hace un par de años. Más pronto que tarde, WhatsApp en la Unión Europea tendrá que ser capaz de operar al unísono con otras aplicaciones de mensajería instantánea. O dicho de otra manera. Deberías poder recibir y enviar mensajes entre WhatsApp, Telegram o iMessage.
Aunque viene de lejos, la propuesta surgió hace un par de años, cuando se puso en marcha el engranaje que daría vida a dos leyes de ámbito europeo: la Ley de Mercados Digitales y la Ley de Servicios digitales. Aprobadas por el Parlamento europeo, su aplicación en su zona de influencia influirá en la manera que tienen de operar gigantes de Internet como Amazon, Google, Meta (antes Facebook), Microsoft o Apple, entre otros.
Entre los muchos cambios que veremos los ciudadanos europeos, destaca especialmente el que afecta a WhatsApp y a otras plataformas de mensajería instantánea. Para marzo de 2024, WhatsApp y otras redes de mensajería deberán estar a disposición de terceros para que cualquier ciudadano europeo pueda comunicarse con otras personas desde una única aplicación sin importar que sea WhatsApp, iMessage o Telegram. Es decir, que las distintas apps de mensajería instantánea deberán ser interoperables.
Nuevas leyes para una Internet más segura
Decíamos que la clave del asunto se debe a dos normativas europeas. WhatsApp en la Unión Europea deberá cambiar su manera de funcionar a propósito de la Ley de Servicios Digitales, que entró en vigor el 16 de noviembre de 2022 y que se aplicará en toda la Unión Europea el 17 de febrero de 2024. Y también está la Ley de Mercados Digitales, que entró en vigor el 1 de noviembre de 2022 y que se empezó a aplicar el 2 de mayo de 2023. De ambas normativas oiremos hablar en los próximos meses a medida que se pulan algunos detalles. Similar a lo ocurrido con la estandarización del USB-C en dispositivos electrónicos que se vendan en Europa.
Ambas leyes surgen ante el oligopolio tecnológico de unas poca empresas, principalmente estadounidenses. Gigantes tecnológicos como Amazon, Google o Meta (antes Facebook), están presentes en la vida de millones de europeos. Y aunque hay alternativas, resulta difícil no usar alguno de sus servicios o productos. Ya sea por obligaciones profesionales o porque todo el mundo emplea cierta aplicación para comunicarse, enviar mensajes o publicar contenido.
WhatsApp es un gran ejemplo de ello. La penetración de esta aplicación de mensajería instantánea superaba el 80% a finales de 2022 en siete países de la Unión Europea: España a la cabeza, seguida de Italia, Portugal, Rumanía, Países Bajos, Irlanda y Alemania. En Reino Unido o Bélgica, supone más del 70% de mercado. En Francia, casi un 60%. Solo está debajo del 50% en lugares como Suecia o Dinamarca. Es decir, para la mayoría de europeos, instalar WhatsApp en sus teléfonos móviles es una obligación. Y para proteger los derechos de los ciudadanos europeos, la Unión Europea ha decidido “corregir los desequilibrios” para “igualar las condiciones para todas las empresas digitales, independientemente de su tamaño”.
WhatsApp, más abierto en la Unión Europea
Es probable que tengas una carpeta en tu teléfono móvil con varias aplicaciones de tipo social: WhatsApp, Telegram, Facebook, Instagram, TikTok, X (antes Twitter), Snapchat… La lista puede ser más o menos extensa dependiendo de tu edad y del uso que hagas de Internet. En tu tiempo libre o por motivos laborales. El caso es que cada plataforma es estanca. Sí puedes compartir contactos o enviar y recibir enlaces o contenidos, pero cada aplicación funciona por separado. Y la Unión Europea quiere evitar esta dependencia.
Esta interoperabilidad entre mensajerías instantáneas afecta a los llamados guardianes o guardianes de acceso. Que fueron concretos en septiembre de este año. Son Alphabet (matriz de Google), Amazon, Apple, Meta (antes Facebook), Microsoft, Samsung y ByteDance (propietaria de TikTok). No cumplir las normativas europeas supondría un castigo de millones de euros. En concreto, el 10% de su volumen de negocios global o el 20% si vuelven a cometer las mismas ilegalidades.
Aunque todavía quedan varios detalles por concretar, las versiones de prueba de WhatsApp, propiedad de Meta, ya dejan entrever cómo será WhatsApp en la Unión Europea. En septiembre, algunos usuarios pudieron ver un apartado dedicado a Third-party chats. Es decir, chats o conversaciones de terceras partes. Esta novedad en fase de testeo tiene que ver con la obligación que tendrá WhatsApp hacia la segunda mitad de 2024 de enviar y recibir mensajes de otras aplicaciones sin necesidad de tener una cuenta de esa otra aplicación ni tenerla instalada.
Libertad de elegir qué aplicaciones instalar
Es probable que la interoperabilidad entre mensajerías instantáneas sea de mínimos. Enviar y recibir mensajes, tal vez hacer una llamada y poco más. Pero será una gran ventaja para millones de europeos que no quieren tener cuatro o cinco aplicaciones para hablar con unas pocas personas.
A partir de ahí, para acceder a las ventajas y funciones exclusivas de cada aplicación, como stickers, filtros para videollamadas y demás añadidos opcionales, el usuario tendrá la libertad de elegir si quiere instalarla o no. Eso sí, esta compatibilidad entre plataformas no tiene que afectar a la privacidad y seguridad del usuario. Es decir, que entre las opciones mínimas comunes deberá respetarse el cifrado de mensajes punto a punto. Una función que incorporó WhatsApp y también otras plataformas. Está por ver cómo es posible compatibilizar los diferentes cifrados entre cada red de mensajería.
Lo que ha de quedar claro es que cualquier ciudadano europeo podrá comunicarse con otras plataformas de mensajería instantánea sin depender de ellas y desde una sola aplicación de libre elección. Al menos, dentro del territorio europeo. Está por ver si esta legislación hace recapacitar a los gigantes de Internet a abrirse más a sus competidores para facilitar la interoperabilidad a nivel mundial.