La ópera suele evocar imágenes de tradición: cortinas de terciopelo rojo, luces tenues y un público en silencio expectante. Sin embargo, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona se escucha un murmullo diferente: voces jóvenes, risas y zapatillas de deporte. Son los protagonistas de Liceu Aprèn, un proyecto educativo que está transformando la forma en que nuevas generaciones se acercan al arte operístico y que se ha convertido en el protagonista de la nueva entrega de Mejor Conectados, una iniciativa de Telefónica.
Este programa, impulsado por el Liceu, rompe con la idea de que la ópera es un espectáculo distante y reservado a unos pocos. Su objetivo es acercarla a toda la sociedad, abrir puertas y demostrar que la música tiene un poder único: el de unir y transformar.
La ópera como herramienta de transformación social
La ópera es un arte multidisciplinar en el que convergen música, teatro, danza y artes visuales. Pero más allá de su riqueza artística, también es un lenguaje universal capaz de generar comunidad. Como explica el director de escena Paco Azorín, «lo más importante es que está al servicio de transformar la realidad».
Cuando cientos de personas se suben al escenario para cantar juntas, el impacto va mucho más allá de la música. La experiencia refuerza valores como la colaboración, la disciplina y la empatía. No es casualidad que figuras internacionales como Gustavo Dudamel defiendan que el arte es un derecho humano, porque cuando se comparte, multiplica su fuerza.
Liceu Aprèn: jóvenes en el escenario del Liceu
Creado en 2019, Liceu Aprèn se ha consolidado como una iniciativa pionera en el ámbito educativo y cultural. Su nombre no es casual: “aprender” significa adquirir conocimiento, pero “aprehender” implica hacerlo propio. Y eso es exactamente lo que ocurre en este proyecto: los jóvenes no solo aprenden ópera, sino que la viven en primera persona.
El programa está abierto a participantes que no son profesionales de la música. Su misión es que descubran la ópera como un espacio de encuentro y expresión personal. Como señala Valentí Oviedo, director general del Gran Teatre del Liceu, el objetivo es «llevar la cultura a la mayor cantidad de jóvenes posible».

El proyecto conecta con otras iniciativas similares, como Barrios Orquestados, que también utilizan la música como vehículo de integración social. En todos los casos, la clave es la misma: ofrecer experiencias transformadoras a través del arte.
Beneficios de aprender ópera
Participar en un montaje operístico no solo implica cantar. Los jóvenes que forman parte de Liceu Aprèn desarrollan habilidades que trascienden el escenario:
- Confianza y autoestima, al enfrentarse al público.
- Trabajo en equipo, porque el éxito depende de la colaboración.
- Disciplina y constancia, fundamentales en los ensayos.
- Memoria y sensibilidad artística, al interpretar textos en distintos idiomas.
La evolución de los participantes es visible. Muchos llegan con timidez y dudas, y terminan abrazando la experiencia con entusiasmo. Como resume Azorín, la ópera se convierte en «un lugar donde expresarse».
El Monstre al Laberint: una ópera pensada para jóvenes
La obra elegida para el proyecto fue El Monstre al Laberint, del compositor británico Jonathan Dove. Inspirada en el mito de Teseo y el Minotauro, es una ópera concebida para cantantes no profesionales junto a músicos expertos. Su mensaje es claro: solo el trabajo en equipo permite superar los grandes retos.
Esta elección no solo facilitó la participación de los jóvenes, sino que reforzó el valor pedagógico del proyecto, convirtiendo la ópera en una auténtica lección de vida.