Seguro que te ha pasado: ese cargador que siempre funcionó de repente deja de hacerlo por más que gires el cable, o el auricular del móvil empieza a sonar tan bajo que apenas puedes seguir una llamada. Aunque parezca lo contrario, estos fallos no tienen por qué condenar tus dispositivos al cajón o a la basura. Muchos de ellos tienen solución, y lo mejor es que puedes reparar en casa sin necesidad de ser técnico.
Proyectos como iFixit han hecho que la reparación sea accesible para casi todo el mundo. Sus guías detalladas y gratuitas permiten entender cómo prolongar la vida útil de nuestros aparatos, evitar el desperdicio y devolverles su funcionalidad sin pasar por el servicio técnico. Porque reparar también es una forma de cuidar lo que tenemos.
Por qué reparar en casa es más necesario que nunca
Vivimos rodeados de tecnología. Móviles, auriculares, tablets o pequeños electrodomésticos forman parte de nuestro día a día, pero siguen un ciclo común: uso, fallo y sustitución. Esa dinámica, que parece normal, tiene un impacto enorme.
Según datos de la Comisión Europea, cada año la sustitución prematura de bienes de consumo genera 35 millones de toneladas de residuos y provoca 261 millones de toneladas de emisiones equivalentes de CO₂, además de suponer una pérdida de 12.000 millones de euros en dispositivos que podrían haberse reparado.

Pero la tendencia está cambiando.
Cada vez más personas optan por dar una segunda vida a sus aparatos. El interés por reparar en casa crece porque:
- Es más económico que reemplazar.
- Permite alargar la vida útil de productos que funcionan casi al completo.
- Reduce el impacto medioambiental.
- Devuelve al usuario el control sobre sus propios dispositivos.
Y una gran parte de este cambio tiene nombre propio: iFixit.
iFixit: la plataforma que está cambiando cómo cuidamos nuestros dispositivos
iFixit nació en 2003 cuando dos estudiantes trataron de reparar un iBook sin instrucciones. Lo que empezó como una necesidad se convirtió en una comunidad global dedicada a que la reparación esté al alcance de todos. Hoy, iFixit ofrece:
- Miles de guías de reparación gratuitas para casi cualquier dispositivo que puedas imaginar: teléfonos, portátiles, cámaras, consolas, electrodomésticos y más.
- Piezas de repuesto probadas e incluso originales de fabricantes como Samsung, Apple o Google.
- Herramientas de precisión diseñadas por ellos mismos, con garantía de por vida.
- Una comunidad activa que ayuda a otros usuarios, publica nuevas guías y comparte soluciones.
Su lema, “Nunca aceptes un roto por respuesta”, resume bien su filosofía: cualquier persona puede aprender a reparar si tiene acceso a la información adecuada.
“Podemos crear una cultura que repare y mantenga las cosas que poseemos, en lugar de desecharlas y comprar otras nuevas.” – Kyle Wiens (CEO Y Cofundador)

Así ayuda el Derecho a Reparar en la Unión Europea
Hasta hace poco, reparar un dispositivo era complicado: piezas difíciles de conseguir, manuales inexistentes, restricciones de software o diseños imposibles de abrir sin herramientas especializadas. Para combatir esto, la Unión Europea aprobó en 2024 la nueva directiva del Derecho a Reparar, diseñada para facilitar y abaratar la reparación.
La ley obliga a los fabricantes a:
- Ofrecer reparaciones rápidas y a precio razonable, incluso después de agotar la garantía.
- Proveer piezas de recambio, herramientas e información técnica a consumidores y talleres.
- No bloquear reparaciones a través de software o contratos.
- Permitir el uso de piezas de segunda mano o impresas en 3D.
Además, introduce incentivos como:
- Un año extra de garantía si eliges reparar.
- Vales y fondos económicos para fomentar la reparación.
- Una plataforma europea para localizar talleres, productos reacondicionados e iniciativas comunitarias de reparación.
Por primera vez, la ley se alinea con los usuarios y con plataformas como iFixit, que llevan años empujando hacia un mercado más accesible y sostenible.
Qué puedes reparar realmente en casa (sin ser técnico)
Reparar en casa no implica desmontar una lavadora entera o realizar reparaciones de alta complejidad. La mayoría de las intervenciones accesibles para usuarios comunes son pequeñas, sencillas y muy seguras.
Fallos cotidianos que se resuelven fácilmente
- Cables que hacen falso contacto
- Baterías de móviles que duran poco
- Botones que no responden
- Auriculares con sonido débil
- Conexiones flojas o sucias
Reparaciones básicas en electrónica
- Sustitución de baterías
- Cambio de pantallas en móviles antiguos
- Limpieza interna de ordenadores
- Sustitución de memorias o discos SSD
- Reparación de consolas o mandos con drift
Las guías de iFixit muestran con claridad qué herramientas necesitas, cuánto tiempo lleva y qué nivel de dificultad tiene cada reparación. Esto permite que cualquiera pueda evaluar si una reparación es adecuada para hacer en casa.

Consejos prácticos para tu primera reparación
Elegir bien el primer proyecto marca la diferencia entre una experiencia positiva y una frustrante. Estos consejos te ayudarán a empezar con buen pie:
1. Empieza por lo sencillo
Un ratón, un cargador o un teclado son ideales para principiantes.
2. Usa guías confiables
Las guías de iFixit combinan fotos de alta resolución con instrucciones detalladas y revisadas por expertos.
3. Hazte con las herramientas adecuadas
No necesitas un taller completo. Un kit básico de puntas de precisión y una ventosa para abrir pantallas son suficientes para la mayoría de reparaciones domésticas.
4. Reserva tiempo y espacio
Una mesa despejada, buena iluminación y un espacio sin prisas hacen toda la diferencia.
5. Confía en la comunidad
Si te atascas, miles de usuarios comparten trucos, experiencias y soluciones. Las reparaciones de bricolaje no significan hacerlo solo.
Un futuro donde reparar será lo normal
Durante décadas, reparar era algo habitual en cualquier hogar. Después llegó la era de los dispositivos sellados, los manuales inexistentes y la obsolescencia programada. Pero esa etapa está empezando a quedar atrás.
Hoy, iniciativas como iFixit nos devuelven la capacidad de reparar en casa, mientras el Derecho a Reparar garantiza que la legislación acompañe este cambio cultural. Entre todos —usuarios, fabricantes, talleres y comunidades— estamos construyendo un futuro donde reparar no será la excepción, sino la norma.
Un futuro en el que alargar la vida de nuestros dispositivos no solo sea posible, sino sencillo.
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