Del arroz al nanocoating: haz tu teléfono impermeable

Hace unas semanas, cuando se lanzó el nuevo sistema operativo iOS, se produjo un hoax (nombre que reciben estos engaños en cadena de Internet a los que nos hemos acostumbrado) que animaba a actualizar el Sistema Operativo, porque iOS7 convertía nuestro iPhone en un terminal impermeable. Y mucha gente lo creyó (y estropeó sus terminales), posiblemente por el deseo de que esto pudiera ser real.

Y es que cada vez existen más actividades donde nuestro smartphone se ve sometido al riesgo de muerte por ahogamiento. Lo usamos durante todo tipo de actividades, en la cocina, mientras nos lavamos los dientes, en la calle bajo la lluvia (y sobre los charcos), en la playa… No es de extrañar que se hayan generado diversas posibilidades para que los que más tendencia tenemos a sufrir un accidente doméstico de este tipo podamos elegir. Aquí van algunas de ellas:

Cómprate directamente un teléfono impermeable

Existen ya diversos modelos de varios fabricantes que son totalmente resistentes al agua. Los más conocidos por la gran publicidad que se ha hecho de ellos son el Samsung Galaxy S4 Active (una versión del estándar) y el Sony Xperia Z. Se está investigando mucho en materiales de protección frente al agua y es muy posible que en los próximos años aumenten los terminales que de fábrica son impermeables.

Somete tu smartphone preferido a un proceso de nanocoating

El nanocoating consiste en cubrir todo el terminal con una capa (de ahí el ‘coating’) invisible de un espesor 1000 veces más fino que un cabello humano (de ahí el ‘nano’) que repele el agua. El proceso requiere enviar el terminal a una de las empresas que se dedican a este proceso y cuesta alrededor de 100$. Esta capa se aplica en forma de gas al terminal y de esta forma se introduce en todos los espacios de la carcasa. Este proceso de nanocoating es el que se podrá integrar en el proceso de fabricación estándar de todo tipo de terminales para que, como decíamos en el punto anterior, la impermeabilidad no sea un extra en los smartphones.

Compra una carcasa impermeable

Existen carcasas impermeables que nos permiten seguir usando las pantallas táctiles de los smartphones, y cada vez menos aparatosas. Por ejemplo para el iPhone 5 se pueden encontrar algunas que prácticamente no se notan.

El problema de las carcasas, además del estético, es su precio, que nuevamente ronda los 100$

Hazle un seguro a tu smartphone que cubra los daños por agua

Bien, esto no salvará nuestro móvil pero nos asegurará una rápida sustitución del mismo. Hay que confirmar que el seguro elegido cubre estos daños, ya que es muy difícil que los daños por agua en un smartphone no estén provocados por su usuario, y por ello algunos seguros no los cubren. Algo que mucha gente no sabe es que los móviles llevan un sensor de daños por agua, que cambia de color en el caso de que se haya mojado. Si esté sensor ha cambiado de color, no quedaría cubierto por la garantía.

Y en el caso de que no hayas hecho nada de lo anterior…

… también hay diversos mecanismos y pasos a seguir cuando ya se ha producido la inmersión en agua. Señalamos los que mejores resultados pueden dar:

1. ¡No encender el móvil en ningún caso! De hecho, debemos quitar la batería cuanto antes, siempre que sea posible, para evitar cualquier actividad eléctrica que pueda cortocircuitar los microchips del smartphone.
2. Ten en cuenta que todo depende también del tiempo que haya estado inmerso en el agua, de hecho muchos terminales pueden aguantar unos segundos en el agua funcionando, por lo que la rapidez en la extracción del agua es clave.
3. Si cayó en agua salada, debes enjuagarlo con agua dulce, aunque parezca extraño. Los residuos sólidos, una vez secos, pueden generar problemas eléctricos.
4. Quita la SIM y sécala aparte.
5. Elimina el agua sobrante agitando y soplando al terminal (muy levemente, ya que podemos hacer penetrar más profundamente el líquido). Usar un secador no es la mejor opción porque podemos excedernos en temperatura y empujar el líquido más adentro, pero si somos cuidadosos y audaces podemos probar. También podemos usar un aspirador. Un truco algo más estrafalario es meterlo en una bolsa e intentar hacer el vacío de la misma, esto extraerá aire y líquido.
6. ¡Aquí entra en acción el cuenco de arroz! Sumérgelo en arroz (sin cocinar, claro) ya que es un producto con grandes propiedades absorbentes. La opción del ‘Silica Gel’ es también bastante buena si somos de los que conservamos esas bolsitas que vienen con infinidad de productos comerciales.
7. Mantenlo al menos 24 horas sin usar.
8. Sácalo, límpialo, ensámblalo y cruza los dedos para que funcione normalmente.

Imagen: Tested; El Confidencial