El grafeno es algo más que el material de moda. Sus increíbles aplicaciones tecnológicas han revolucionado muchos ámbitos de nuestro día a día. Una investigación publicada en Science podría haber conseguido una combinación de metales aún más poderosa que el grafeno, pues puede ser usada en estructuras tridimensionales.
Un material compuesto por carbono puro podría no llamarnos la atención. Pero si nos fijamos en su protagonismo indiscutible desde 2010, fecha en la que acaparó todas las portadas con el Premio Nobel de Física, entonces nuestra mente nos llevará a pensar en el auténtico material de moda: el grafeno.
Sin duda, ha liderado una auténtica revolución en múltiples campos, tales como la biomedicina, la electrónica o la fabricación textil. España, lejos de quedarse atrás en su aprovechamiento tecnológico, lleva liderando las exportaciones de grafeno en Europa desde finales de 2011.
¿Puede haber algo mejor que el grafeno?
El grafeno se ha convertido en un material muy prometedor, dada su estructura química y sus utilidades. Hace un tiempo, por ejemplo, os contamos cómo podría ser usado en la fabricación de dispositivos flexibles o en el desarrollo de sensores fotográficos mucho más sensibles.
La innovación, sin embargo, se basa en mejorar lo ya existente para producir un mayor rendimiento, ya sea en términos económicos, productivos o sociales. ¿Podría haber algo que fuera aún mejor que el grafeno? Varias investigaciones han conseguido desarrollar materiales con algunas cualidades interesantes, tales como el carbino, más fuerte que el propio grafeno, o el siliceno.
Bismutato de sodio, el nuevo grafeno en 3D
Ahora una investigación publicada en la revista Science podría demostrar que, efectivamente, existen mejores materiales que el grafeno. Y es que uno de sus grandes inconvenientes es su nula aplicación a nivel tridimensional. Esto se debe a que el grafeno convencional se basa en una «red única de moléculas», en forma de lámina bidimensional, lo que dificulta sus usos tecnológicos.
Sin embargo, la ciencia ha podido demostrar que el bismutato de sodio, una combinación de metales no confirmada experimentalmente hasta el momento, igualaría (o incluso superaría) las propiedades del grafeno. Pero incluso podríamos ir más allá. Este innovador material podría ser usado en estructuras tridimensionales, ya que está compuesto por fermiones de Dirac en 3D, a diferencia del grafeno, en el que su estructura se compone de fermiones de Dirac en 2D.
¿Qué significa esto? Conseguir este increíble grafeno en 3D ayudaría a mejorar su producción y manipulación, además de su aplicación en diferentes campos de nuestro día a día. ¿Revolucionará esta combinación de metales la aplicación tecnológica del grafeno?
¿Ayudará este innovador material a ampliar los usos y ámbitos donde podremos observarlo en el futuro? No hay duda de que esta publicación en Science avala científicamente este grafeno en 3D. El futuro nos dirá si finalmente esta composición de metales cumple las expectativas.
Imágenes | Nathan Guisinger (Wikimedia), Brian Carlson (Wikimedia)