Científicos de Estados Unidos desarrollan un material que, a escala microscópica, es capaz de ensamblarse por sí solo. Aunque el polímero es un viejo conocido, podría llegar a revolucionar el sector de la electrónica.
La electrónica pretende innovar con la búsqueda de nuevos materiales que, con sus propiedades en la micro y nanoescala, ofrezcan una amplia variedad de aplicaciones. La tendencia de moda de los dispositivos electrónicos es que adapten su forma y reduzcan su tamaño cuando sea necesario, y para ello se necesita buscar innovadoras estructuras.
Científicos del Argonne National Laboratory, dependiente del U.S. Department of Energy, han investigado las propiedades de la resina epoxi, un polímero termoestable conocido desde hace tiempo, que se caracteriza por endurecerse al ser mezclada con un catalizador.
Aunque podría parecer que este proceso no serviría en el sector de la electrónica, los investigadores norteamericanos han visto cómo a escala microscópica, la forma de este material es totalmente «moldeable». De esta manera, lograron obtener fibras parecidas a pelo humano, que eran capaces de ensamblarse por sí mismas. Quizás en el futuro, este polímero podría ser aplicado en dispositivos electrónicos para montarse in situ.
Materiales como la resina epoxi, que puedan estructurarse en fibras delgadas y alargadas, pueden ser realmente interesantes en el sector de la electrónica. Según los científicos norteamericanos, el estudio de este polímero podría aportar nuevas aplicaciones en la construcción de baterías, células fotovoltaicas o incluso sensores.
Por un lado, este tipo de estructuras ofrecen una gran «superficie de contacto«, lo que mejora la efectividad de las reacciones que han de tener lugar sobre ellas. Esto permite que la velocidad de los procesos que ocurren también se acelere, lo que a su vez es una necesidad básica de cualquier aplicación electrónica.
Por otro lado, los materiales fibrosos, como la resina epoxi analizada en Estados Unidos, también ofrecen áreas hidrofóbicas (es decir, capaces de repeler el agua) o incluso ayudan a evitar el depósito de polvo. Estas dos características son fundamentales para garantizar su uso en este sector, ya que tanto el agua como el polvo pueden causar daños irreparables en los dispositivos electrónicos.
Lograr que la resina epoxi pueda ser ensamblada por sí misma mejora aún más sus interesantes aportes. Y es que no se trata sólo de un material económico y fácil de producir, sino que sus propiedades ofrecen buenos resultados en un sector como la electrónica, que necesita continuamente de nuevos polímeros que mejoren las aplicaciones ya existentes en el mercado.
Sin duda, la investigación norteamericana abrirá nuevos caminos en la innovación en la industria electrónica, igual que hicieran en el pasado materiales tan importantes a día de hoy como el grafeno. La I+D+i, por todo ello, permitirá importantes aplicaciones en nuestra sociedad.
Imágenes | Louisa Howard (Wikimedia), Dusty Dingo (Wikimedia), Science Codex