Los huevos, la gasolina, la luz o los vehículos son algunos de los productos que están en boca de todos por culpa de los aumentos en el precio. Ninguno se puede comparar al cambio en el coste de la memoria RAM. Según fuentes de la industria, este componente vital para casi cualquier aparato tecnológico, se ha encarecido más de un 500% en lo que llevamos de 2025, una de las subidas más drásticas vividas históricamente en el sector de la informática y la tecnología. Módulos que antes costaban 50-60 euros ahora no bajan de los 200, haciendo que el consumidor final no tenga más opción que pagar un sobreprecio si pretende comprar cualquier marca o tipo.
La crisis no solo está afectando a aquellos que pretenden montarse un PC por piezas, también a fabricantes de ordenadores, móviles y todo tipo de dispositivos tecnológicos que cuenten con memoria RAM. Solo por poner un ejemplo, un horno o frigorífico moderno ya incluye tecnología suficiente para necesitar una placa, procesador y este tipo de memoria, por lo que la magnitud del terremoto de la RAM va mucho más allá.
¿Por qué ha subido de precio la memoria RAM?
A diferencia de la mayoría de crisis económicas, esta es muy sencilla de explicar. Además, no hay duda alguna de por qué se ha producido. La gran culpable es la IA. Sí, la inteligencia artificial. Bueno, más bien todas las compañías que están aprovechando el boom de la industria y creando centros masivos de datos para poder mover modelos de lenguaje gigantescos. Estos centros necesitan muchas cosas, y la memoria RAM es uno de sus componentes vitales.

También se utilizan muchísimos procesadores, tarjetas gráficas y almacenamiento SSD, pero los módulos DRAM se llevan la palma. No tanto por la cantidad necesaria, que también, sino por ser uno de los componentes más comunes de estos centros de datos. A la IA no le vale con cualquier procesador o cualquier tarjeta gráfica, pero sí es más benévola a la hora de elegir qué RAM necesita.
Y claro, si OpenAI necesita el mismo módulo que tú para montarte un ordenador en tu casa, adivina quién va a ser capaz de pagar más por él.
Mucha más demanda con la oferta de siempre
A pesar de que gran parte de los productos tecnológicos utilizan memoria RAM, el mercado llevaba varios años estable. La producción cumplía con las necesidades de los fabricantes y ningún mastodonte en la industria ha necesitado cantidades ingentes de esta memoria para algún nuevo invento. Hasta ahora, claro está. La entrada de la IA ha colapsado la industria, que no estaba preparada para soportar una demanda tan repentina y abusiva.
El resultado es el que se podía esperar: empresas con la cartera inmensa quedándose con todo el stock y casi toda la producción de los fabricantes de memoria RAM. Las consecuencias también se podían vaticinar: usuarios peleándose por un stock limitadísimo y carísimo, mientras grandes compañías como Samsung o Apple tienen que pagar más por chips que llevaban años en mínimos.
¿Por qué no se hace más y listo? Bueno, la industria tenía un margen para ser más productiva, pero lo agotó a principios de año y colapsó. Además, como suele ocurrir con este tipo de componentes, montar factorías para producir en masa a nivel global no es nada barato, sencillo ni rápido.

2026 va a ser un polvorín tecnológico
2025 ha sido un año duro para el precio de los módulos de RAM, pero 2026 se avecina mucho peor. Hasta el momento, grandes tecnológicas han estado recurriendo a su stock anterior y a remesas algo más económicas por parte de los fabricantes de RAM, pero todo esto se está acabando. Móviles, ordenadores, electrodomésticos… se espera que todo lo que cuente con estos chips suba de precio considerablemente.
De hecho, alguno de estos productos ya está subiendo de precio, como es el caso de los PCs pre-montados o algunos portátiles. Si los móviles todavía no han subido drásticamente, no es porque esta crisis no les afecte, sino porque la mayoría de los dispositivos anunciados durante 2025 ya estaban fabricándose a principios de año y con un stock de componentes comprado previamente.
El problema viene ahora, con un 2026 a la vuelta de la esquina y pedidos masivos de memoria RAM para fabricar los próximos modelos. Marcas como Samsung, Xiaomi y muchas otras verán como estos chips ya no están al precio de antes y tendrán que valorar tres opciones: subir precios, rebajar márgenes o mantener las cifras recortando de otros apartados.
El boom de la IA ya se ha cobrado su primera víctima
Hace escasos días conocimos uno de los primeros movimientos dramáticos para la industria. Crucial decía adiós al mercado minorista de la RAM. Durante años, ha sido la marca con mejor relación calidad-precio para comprar módulos de memoria y almacenamiento SSD, y ahora ha confirmado que no formará parte de esta crisis para 2026. Durante el mes de enero agotará el stock de chips de RAM que tenga y dejará de vender este producto.
El movimiento asusta, pues Crucial es la marca de venta minorista de Micron Technology, el mayor fabricante OEM de memoria RAM que existe en el mundo. Que este mastodonte haya decidido dejar de vender su propia marca con los márgenes más altos posibles solo puede significar una cosa: las compañías relacionadas con la IA van a sacar la cartera a pasear sin importar cuánto pagar por su preciada RAM.
Y, aunque por ahora este adiós al mercado es solo para la memoria RAM, otros componentes de esta marca como el almacenamiento SSD podría seguir el mismo camino.

La RAM no es la única afectada
Los módulos de memoria RAM han sido los más afectados por el boom de la IA, pero no son los únicos componentes que han aumentado de precio. Todo el almacenamiento SSD ha subido un 100% respecto al año pasado, las tarjetas gráficas tienen roturas de stock constante en prácticamente todo el mundo, y los procesadores, aunque son los menos afectados por ahora, están empezando a tener el mismo problema que la RAM.
Las industrias encargadas de generar las planchas de silicio para fabricar procesadores ya están notando una fuerte subida de la demanda enviada directamente por las compañías relacionadas con la IA. Una demanda a la que es difícil decir que no cuando llega con las manos llenas y haciendo pedidos masivos sin preguntar por cuánto va a salir la cuenta.
Una subida del 500% es para echarse las manos a la cabeza, pero no parece que la locura vaya a parar ahí. La IA sigue creciendo y necesitando más músculo, una situación que podría llevar el precio de la RAM mucho más arriba y arrastrar consigo a toda una industria tecnológica que no tendrá otro remedio que subir precios, rebajar márgenes o vendernos nuevas generaciones sin apenas mejoras para poder mantener la cifra de siempre.
¿Se ve solución en el horizonte?
Lamentablemente, no. La crisis de la RAM, el almacenamiento y la tecnología no ha hecho nada más que comenzar. La IA no para de subir y necesitar más, por lo que la situación no parece tener una solución a la vista. La industria tiene dos opciones. Por un lado, empezar a crear más fábricas de RAM y procesadores para intentar paliar la descompensación de la demanda y la oferta.
Por otro, esperar a que la burbuja de la IA se pinche, se dejen de crear tantos centros de datos masivos y la demanda caiga junto con los precios. Y, si esta situación te suena es porque ya ocurrió algo parecido con las tarjetas gráficas y la minería de criptomonedas: cuando dejó de ser rentable, el mercado se inundó de GPU a precios bajísimos y las estanterías se llenaron de un stock creciente que ya nadie necesitaba.
La pregunta del millón, como con cada cosa que sube de precio por un motivo u otro, es si en el futuro volveremos a pagar precios de 2023-2024 por los módulos de RAM. Todo lo que sube baja, pero cuando se habla de dinero, casi nada vuelve a la normalidad: tras las crisis, todos aceptamos precios más caros incluso cuando sabemos que su coste de fabricación o producción vuelve a mínimos. Y si no, que se lo digan a los combustibles y al precio del barril de petróleo.
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