Unos innovadores robots han sido diseñados en el MIT y Harvard basándose en el origami japonés. En el futuro podrían usarse en operaciones de búsqueda y rescates especiales.
El arte japonés del origami consiste en plegar papel sin usar tijeras o pegamento. Gracias a esta técnica podemos obtener figuras variadas, algunas de las cuales presentan formas increíbles. Científicos de Harvard y el MIT se han inspirado en este arte para obtener unos robots que consiguen autoensamblarse solos, al más puro estilo ‘transformers‘.
Al igual que ocurriera con las baterías deformables, el origami ha sido fuente de inspiración de múltiples avances tecnológicos. Si el arte japonés prometía ser la base sobre la que se asentara la nueva electrónica, la investigación publicada en Science anticipa el futuro de la robótica.
El autoensamblaje que tienen los robots creados en Harvard y el MIT también está presente en estructuras de la naturaleza, como explican desde la Agencia SINC. Virus o colonias de insectos han sido buenos precedentes de unas máquinas que consiguen doblarse y montarse por sí solas en apenas minutos, para ponerse después en marcha sin ayuda externa.
Según explica Robert J. Wood, ingeniero del proyecto, «el primer reto que afrontaron fue que la producción del robot fuera sencilla, barata y accesible«. Con este objetivo, los investigadores norteamericanos pensaron que debían buscar técnicas alternativas a las tradicionales, inspirándose en el arte del origami y en sistemas naturales como las proteínas.
La fabricación convencional es demasiado cara, y actualmente, la impresión 3D no logra satisfacer por completo las demandas del sector de la robótica. Por este motivo, los científicos estimaron que sería mejor usar materiales planos y software de diseño especializado basado en el arte japonés.
Como estos polímeros son bastante asequibles y se doblan con facilidad con la ayuda de los circuitos eléctricos, la construcción de los robots fue bastante sencilla. El resultado es, sin duda, espectacular, ya que pueden autoensamblarse en menos de cuatro minutos y desplazarse a 5,4 centímetros por segundo.
Podrían usarse en operaciones de búsqueda y rescates especiales
Las aplicaciones de estos robots son variadas, pero debido a su tamaño y su fácil creación, podrían ser usados en operaciones de búsqueda y rescate complicados. En edificios en ruinas, donde los pasos y accesos sean estrechos, estas máquinas basadas en el origami podrían ayudar a explorar si quedan o no supervivientes.
En el futuro, los protocolos de estas misiones especiales podrían apoyarse en estos robots como herramientas de trabajo auxiliar. Como ya sucedió con las baterías y la electrónica, el origami vuelve a mostrar su faceta inspiradora e innovadora en el mundo de la ingeniería en general, y de la robótica en particular.
Imágenes | Harvard University