La tecnología de la startup DropWise podría mejorar la eficiencia de una de las piezas clave de las plantas energéticas, el condensador de agua
Un novedoso revestimiento que repele el agua, desarrollado por la startup DropWise, mejora la eficiencia del condensador de agua de las plantas de energía reduciendo significativamente las emisiones en el proceso de combustión para generar el vapor de agua necesario para hacer girar las turbinas. Según Kripa Varanasi, profesor de ingeniería mecánica del MIT qué colaboró con DropWise, el nuevo recubrimiento hidrófugo supondrá un ahorro anual de 400.000 euros por planta de energía y una reducción anual en las emisiones equivalente a retirar de la circulación a 4.000 coches.
El revestimiento hidrófugo mejora la eficiencia de una de las partes clave de las plantas energéticas, el condensador de agua. A medida que se recupera el vapor de agua generado para poner en funcionamiento la turbina, este necesita ser enfriado y condensado de nuevo. Pues bien, fruto de este proceso se genera una fuerza de succión en el condensador que ayuda a hacer girar la turbina, pero el agua acumulada en las paredes interiores de los tubos del condensador ralentiza el proceso de enfriamiento, con la consecuente reducción de la eficiencia del sistema.
La tecnología de DropWise produce el efecto contrario en las paredes de los tubos, es decir, repele el agua y evita que se acumule. De esta forma, se acelera el proceso de enfriamiento y se incrementa considerablemente la fuerza de succión que hace girar la turbina, y por tanto, se mejora el rendimiento del condensador. Sin embargo, este tipo de recubrimientos presentan ciertas dificultades a la hora de establecer el espesor correcto de la capa polimérica, ya que generalmente se aplican sobre la superficie mediante métodos por pulverización.
Aunque parezca algo baladí, realmente no lo es. En función del tipo de material y del método de aplicación empleado, podemos obtener espesores excesivamente gruesos que desaceleran el proceso de refrigeración, o bien, espesores tan delgados que no son capaces de resistir la agresión del vapor. Un handicap que ha sido resuelto por los investigadores del MIT mediante el diseño de un nuevo proceso de aplicación en el que dos gases fluyen a través de filamentos calientes con el fin de generar la reacción química necesaria para crear la capa de polímero.
Según afirma el experto en transferencia de calor y profesor de Virginia Tech, Jonathan Boreyko, con este método es posible obtener una capa lo suficientemente gruesa como para ser resistente y lo suficientemente delgada como para no mermar la eficiencia en el proceso de refrigeración. También es cierto que este material hidrófugo sólo se ha probado en laboratorio y que DropWise está trabajando con distintas plantas de energía para comprobar su eficacia in situ.
Sus creadores afirman que tras los buenos resultados obtenidos con su tecnología se podrían reducir las emisiones de dióxido de carbono en las plantas de energía, pero que el principal incentivo del revestimiento que repele el agua y su método de aplicación se centra en el ahorro de combustible durante el proceso. Una cantidad que podría alcanzar un ahorro anual de medio millón de dólares al año por planta.
Imágenes | vía DropWise y pixabay