Nuestro perfil de Facebook es uno de los pilares de nuestra imagen personal en esta red social. Está disponible para millones de personas y nos resultará muy útil para conocer a gente nueva o para encontrar trabajo.
En artículos anteriores de Blogthinkbig.com hemos visto cómo ser un experto de Facebook (parte I y parte II) y cómo crear en pocos minutos nuestra propia página o grupo de Facebook.
Hoy volveremos al perfil de Facebook para ver de qué manera podemos personalizarlo para que destaque sobre los demás, sea más accesible y muestre lo que queremos para mostrar a todos quienes somos con nuestro propio estilo.
¿Personal o profesional?
Antes de tocar nada de nuestro perfil de Facebook conviene pensar: ¿para qué lo vamos a usar? Facebook tiene dos caras. Su propósito original era poner en contacto a universitarios de distintos centros o de la misma universidad. Hoy, sirve para que contacten familiares, amigos de la infancia o compañeros de estudios o trabajo pasados o presentes.
Pero, en segundo lugar, Facebook también sirve para que las empresas se den a conocer, y lo mismo ocurre con sus empleados. ¿Por qué no usar Facebook a modo de currículum vitae?
Así que si quieres usarlo para uno u otro propósito, cambiará el contenido a mostrar. Una opción muy práctica es contar con dos perfiles distintos. Uno personal, restringido a amigos y familia, donde mostrar tu lado más personal, y otro profesional, totalmente público, donde controlar el mensaje que queremos dar de nosotros, como en un currículum vitae estándar, un espacio más a tener en cuenta además de LinkedIn o de tu página web personal, si la tienes.
Dar buena imagen
Lo primero que llama la atención al entrar a cualquier perfil de Facebook son las fotografías, en concreto la foto de perfil y la foto de portada.
Lo recomendable es colocar de foto de perfil (mínimo 180 píxeles de ancho) una imagen donde se vea nuestra cara. El nivel de originalidad artística depende de cada uno si vas a usar tu perfil para uso personal. Para uso profesional, la imagen es mejor que sea lo más estándar posible.
La imagen de portada debe ser más genérica (mínimo 720 píxeles de ancho). Un paisaje, una fotografía nuestra practicando alguna de nuestras aficiones, alguna ilustración…
Para que tus fotografías encajen bien en la composición de tu página personal puedes ayudarte de plantillas. Con ellas puedes jugar con ambas fotografías para que se complementen. Incluso hay imágenes prediseñadas para usar de imagen de portada y editores online como Canva que te ayudan a diseñarla tú mismo.
Actualizar información
Después de las fotografías, lo que más busca la gente en nuestro perfil es nuestra información biográfica. Haciendo clic en Actualizar información podremos rellenar los campos que nos interesen.
Según queramos un perfil personal o profesional nos interesarán más unos campos u otros, como Trabajo y formación académica, Lugares en los que has vivido y Acontecimientos importantes, imprescindibles para crear un currículum vitae en Facebook.
Tampoco hay que olvidar el campo Presentación, en la esquina izquierda, debajo de las fotografías. En un máximo de 101 caracteres deberías incluir lo más importante que te define.
Administrar secciones
Debajo de la foto de portada hay varias pestañas personalizables donde incluir más información personal, además de la que ya incluimos en la biografía.
La lista es interminable y podemos eliminar o añadir secciones. Desde Más > Administrar secciones verás la lista de pestañas.
Según qué quieras mostrar o reflejar de ti en tu perfil de Facebook tienes mucho a elegir: programas de TV, libros, eventos, ejercicio, grupos, notas e incluso interacciones con Instagram o Spotify.