España se ha convertido, en los últimos años, en uno de los países con mayor penetración de smartphones del mundo. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? ¿Cómo empieza la historia de la telefonía móvil en este país?
Los primeros pasos
Antes del despunte de los móviles tal y como los conocemos hoy, otras innovaciones experimentales tomaron forma y dieron la oportunidad de experimentar con las más novedosas tecnologías de telecomunicaciones a los españoles. Es el caso del servicio mensafónico. Se trataba de una tecnología que transmitía a un pequeño dispositivo, que se entregaba al abonado, los mensajes o recados que previamente se dejaban en un número de Telefónica. Al entrar el mensaje, el aparato avisando al usuario de su recepción, para que pudiese oír el mensaje. Todo se hacía a través de una operadora.
El servicio mensafónico fue presentado, por primera vez, en una exposición sobre telemedicina que, por otra parte, constituía una de las actividades iniciales de Fundesco, fundación que acababa de crear Telefónica con el fin de promover los usos de interés social de las comunicaciones. ¿Daba sus primeros pasos la e-health en España?
En la práctica, sería la Costa del Sol donde se implantaría a partir del verano de 1973, mientras se estudiaba llevarlo a otras zonas. Esta tecnología, sin embargo, se parece más a los mensajes de voz que a las llamadas reales; habría que esperar un poco más para que la comunicación sin cables tal y como los conocemos empezase a verse en las calles.
Móviles en el coche
Unos años más tarde, una innovación acercaría a España a la cabeza de los pioneros en la implantación de telefonía móvil y se convertiría, realmente, en el precursor de la situación actual. El abuelo de los servicios actuales iba sobre ruedas. Se trataba del Teléfono Automático en Vehículos, un servicio de Telefónica que solo podía utilizarse en coches. Pensando en las leyes actuales, parece curioso que los primeros dispositivos de este tipo tuviesen su comienzo en España, precisamente, donde su uso está ahora más restringido. Era el año 1976 y, en un primer momento, estaban limitados a solo dos grandes ciudades: Madrid y Barcelona.
Se trataba de un comienzo prometedor, sobre todo teniendo en cuenta dónde se encontraba el desarrollo de esta tecnología en otros países europeos. Los vecinos del Mediterráneo todavía no había llegado tan lejos y otros, como Suecia, todavía estaban dando sus primeros pasos.
Sin embargo, el boom tardó un poco más en llegar a España. A finales de los años 80, el servicio celular analógico solo contaba con 30.000 abonados, que se convertirían en 54.000 al año siguiente, y seguirían multiplicándose sucesivamente. Antes de entrar en la década de los 90, los madrileños y barceloneses se sorprendía de ver teléfonos en los taxis de sus ciudades. Nada que ver con los tiempos que corren.
El boom real: los años 90
Llegando al año 1992, la telefonía móvil tenía 180.000 usuarios y las perspectivas apuntaban a que el crecimiento seguiría produciéndose a la espera de que se implantase la red digital GSM, conforme a las normas comunes europeas. Al final de 1995, cuando Movistar empezó a operar, Telefónica Móviles había alcanzado casi un millón de clientes (928.955, en concreto), un 125% más que el año anterior. Es en este momento cuando el teléfono móvil se empieza a considerar un dispositivo de uso cotidiano.
Los inicios de la telefonía móvil en España han pasado por las más sorprendentes etapas. De la mensajería a distancia a los coches con teléfono, todos estos los proyectos e iniciativas se han ido sucediendo hasta llegar al día de hoy, con los smartphones como dispositivo clave. ¿Qué nos deparará el futuro?
Imágenes | Fundación Telefónica, BlogCMT.
