¿Te has parado a pensar alguna vez cuánto vale la tecnología para una persona sordociega? No. No me refiero al valor económico, aunque es importante; me refiero al valor de ser autónomos, de ser más independientes. El acceso a la comunicación, al libre desplazamiento y la supresión de las múltiples barreras que se encuentran en nuestro camino diariamente.
¿Cuánto vale para ti un simple despertador? Si te dijera que el mío me levanta a sonoras vibraciones de la cama, tiene múltiples funciones: sonido, vibración y luminiscentes.
¿Cuánto vale para ti un iPhone? Es conocido como la cuna de la accesibilidad, podemos realizar adaptaciones, manejo táctil, por línea Braille o por voz, usar zoom, un fondo con contraste y cambiar el tamaño de la letra para acentuarlo, comprenderlo y entenderlo. Si bien, marcas como Samsung, actualmente tienen una gran implicación en la accesibilidad, siendo otra de las opciones más elegidas por las personas sordociegas.
¿Qué tecnología necesitan las personas con sordoceguera?
Pues la respuesta es depende, depende de qué tipo de sordoceguera se tenga y de sus características.
Por ejemplo, a la hora de ver la Televisión, si la persona es signante y conserva visión funcional, accederá a los contenidos mediante la figura del intérprete de Lengua de Signos o subtitulado. Ambos recursos deben tener el contraste necesario que permita el entendimiento del mensaje a nuestro colectivo, en el caso del intérprete, un fondo oscuro y en el del subtitulado, un cajetín negro o azul oscuro, aunque en la actualidad carecemos en su mayoría de estos contrastes. Una persona que conserve audición funcional, lo hará por medio de amplificadores de sonido, o haciendo uso de audífonos o implantes cocleares. Para las personas que no pueden acceder por medio de estos recursos, existe la aplicación GoAll, desarrollada por la Universidad Carlos III y apoyada por Telefónica, que permite leer el subtitulado con línea braille; además incluye la opción de texto ampliado.
Estos recursos los utilizamos de igual modo para poder acceder a la información, relacionarnos, leer noticias… Para ello, necesitamos que los dispositivos tecnológicos tengan configuraciones accesibles como contrastes (fondo negro o azul, letra blanca o amarilla), amplificadores de texto, Zoom, Lupas, archivos accesibles para línea Braille, Software y Apps de navegación táctil o por voz.
¿Está todo hecho?
No, no lo está. Antes de crear cualquier apps, software o dispositivo tecnológico, pienso que la clave está en ponerte en el lugar de otras personas, para entrar en la realidad de una persona sordociega y vivir la experiencia como si fuese ella misma. Entonces se detectarían las verdaderas necesidades y se podría crear tecnología que permita un diseño universal y accesibilidad para todas las personas.
Para ello, se podrían realizar pruebas de usabilidad con personas sordociegas durante el proceso de desarrollo y promover la adopción de estándares de accesibilidad en la industria tecnológica.
¿Cuáles son las principales barreras?
En nuestra realidad, algo tan sencillo como acudir a una cita médica, realizar un trámite burocrático, una gestión en la administración pública, o en el banco y no tener un simple dispositivo de vibración que te avise de cuando es tu turno, es toda una odisea. Porque la gran amplitud de características de la sordoceguera, no nos permite poder acceder a la información con solo acercarnos a una pantalla o intentar descifrar un sonido. Pantallas más accesibles con amplificadores de texto y sonoras, sí, por supuesto, pero también con aplicaciones simultáneas donde con una programación previa puedas ver la información en lengua de signo o un documento accesible para línea Braille.
Participar activamente en la sociedad, cines, teatro o cultura, es difícil. Hay una gran escasez de ofertas que nos permitan ser parte activa de nuestro entorno, películas con subtitulado, cines con bucle magnético, audio o signo-guías para museos u exposiciones y acceso a lectura en Braille.
En la vía pública o en el transporte, podemos encontrar semáforos o paradas de bus con recursos sonoros, pero no es generalizado; además, la inexistencia de Apps o códigos QR con la información accesible en Lengua de Signos o en Braille, paneles con alto contraste, letra aumentada y en Braille, limitan nuestra libre circulación. En otros países, existen semáforos con sistemas táctiles que advierte a la persona de cuando cruzar según su movimiento, si el cono gira se puede pasar, si está parado, no.
¿Cuándo estás en una reunión se escucha bien con altavoces? No, no siempre es así. Necesitamos tecnologías como, el Bucle Magnético, Radios FM, amplificadores de sonido, Apps como Listen All o transcripción instantánea. Pero antes que eso, lo principal son nuestras técnicas guías intérpretes, sin sus manos y sus ojos nuestro mundo sería oscuridad y silencio.
En nuestro día a día, en nuestros hogares, desde cocinar hasta caminar por casa. Necesitamos electrodomésticos accesibles para propiciar una vida autónoma, algo tan sencillo como botones con relieve, diferentes formas asociadas a cada función pueden marcar la diferencia para permitir el uso eficiente de un electrodoméstico, porteros luminiscentes, o avisos por vibración al móvil de una llamada.
En definitiva, la tecnología es fundamental para nuestro día a día, para interaccionar con nuestro entorno, nuestra independencia y libre circulación, para equipararnos en igualdad de oportunidades con el resto de la sociedad. Pero hoy en día continuamos teniendo carencias en muchos ámbitos que usando tecnología ya existente se podrían suplir, solo falta la aplicación de estas; y por supuesto, proporcionar una tecnología económicamente al alcance de todos.
Todos estos recursos tecnológicos nos proporcionan la oportunidad de poder acceder a la información, formación, estudio o trabajo, y con ello, ser parte activa de la sociedad y poder desarrollarnos tanto profesionalmente como personas. Por ello, brindar formación y capacitación sobre accesibilidad a los profesionales de la tecnología es primordial. Fomentar la creación de estas nuevas tecnologías y formar mentes abiertas al cambio, proporcionará en un futuro, lo que hoy es inimaginable.
Todo está en nuestras manos. Es realmente valioso para toda la sociedad, pero de incalculable valor para las personas sordociegas.
Imagen de Brand Factory.